Historia de Mo II
¿Agradecimiento, obediencia o ambas? Mo cae irremediablemente en las garras de su superior, recibiendo uno de los mejores polvos de su vida.
Su despacho quedaba al fondo de la planta. Era un lugar privilegiado. Desde allí podía observar todos los movimientos. Le gustaba aquella visión de conjunto donde todas las piezas encajaban. Los engranajes rodaban en movimientos sincronizados bajo su dirección. Todo hacia un mismo objetivo, los resultados.
Recordó el primer momento en que se cruzaron. Fue el día de la entrevista.
Tras 2 horas de una reunión interminable y tediosa con la junta directiva, le quedaba abordar las entrevistas para la...