El bufete de abogados (3)
La suerte de haberse conocido
Cap. III
Abrió un ojo notando un leve dolor de cabeza recordando de pronto los copazos de la noche anterior, giró la cabeza mirando el despertador sorprendiéndose de que fuera sábado, ni se acordaba del día que vivía, no le sorprendió tanto que fueran las siete y media porque era la hora que se levantaba los días entre semana, dio un respiro de tranquilidad y se giró entre las sabanas encontrándose con el cuerpo de Samanta, su dulce mujer que dormía plácidamente con una respiración acompasada, se...