Tormenta de fuego 2

La historia sigue

Tormenta de fuego 2

HÉCTOR

Fue un momento mágico para mí, después de la tensión y porque no decirlo y miedo, que una mujer como Miriam te bese con esa intensidad y sentimiento, cuando nos separamos sonreímos los dos y nos fuimos donde los demás, mi hermana y Sandra también habían respirado bastante humo y estaba preocupado, nos acercamos cogidos de la cintura hecho que a Roberto no le hizo ninguna gracia.

Mire su rostro y era el rostro de alguien que no podía consentir que una mujer co...

Sofía y los haitianos me incluyen en su fiesta

¿Cómo había llegado mi hermana a ser alguien dispuesta a ser tratada así por tres gorilas como esos? Me quedé pensando en los escalones, a pasos de donde mi hermana servía con su boca y garganta a tres completos extraños. (one shot)

IMPORTANTE:

En este relato, que es de un sólo capítulo. Se tratan temas de dominación, salirofilia, sexo no consentido, sexo con violencia y trata de blancas. Para su consideración.

Para mis lectores que están esperando la continuación de mis otros relatos. Éstos los tengo en carpeta, pero me ha sido difícil retomar la escritura. Llevo corrección sobre corrección, sin convencerme del resultado. Me ha salido más fácil escribir esto de una tirada, que continuar los otros. Pero lo haré, al menos la...

Diario de una secretaria con curvas (Parte 1)

Si estás en el paro, Cristina te enseña rápidamente cómo puedes encontrar trabajo en un abrir y cerrar de piernas.

Esto del covid está siendo un fastidio para todos, hacía ya tres meses que no encontraba trabajo. Todavía recuerdo cuando estaba en mi despacho, entró el director de zona y me dijo;

-Cristina, tenemos que hablar.

Hasta ese día pensé que aquella frase solo estaba permitida entre parejas, pero después de salir de aquel despacho con un montón de lágrimas acumuladas en mis ojos y un finiquito bajo el brazo me marché a casa, no les iba a permitir el hecho de verme mal. Nada más abrir la puerta de cas...

Tormenta de fuego

Empieza una historia de amor y fuego.

Tormenta de fuego

HÉCTOR

Me llamo Héctor si como el héroe de Troya, mi nombre no es santo de mi devoción, pero a pesar de todo tuve suerte, la idea inicial de mi padre era llamarme Aquiles, os imagináis me habrían sacado cantares.

Mi padre era bombero y mi madre paramédico, así fue como se conocieron, según me contaron mi padre era un temerario que no tenía miedo a nada, eso cambio cuando conoció a mi madre, ese hecho le volvió más cauteloso y dejo de arriesgarse en cada incendio.

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Masaje hipnótico (22)

Seguí escuchando a Luis y a las chicas entendiendo que hay cosas que aunque no nos gusten y nos indignen, no se pueden dejar de lado como si no existieran porque… existen… María demuestra sus progresos y aparecen “regalos” para quienes necesitan

HISTORIA DE CHICOS… Continuación…

María también comenzó a tocarse los pechos y le pedí que se acomodara mejor porque quería jugar con mis dedos en su cola, lo hizo, se acomodó y me permitió recorrer su ano y vagina con mis dedos, antes apreté sus glúteos macizos que la posición parecía endurecer más y por lógica comenzó a mojarse, esto ayudó a lo que yo pretendía, deslizar mi dedo pulgar en su ano y mis dedos índice y medio en su vagina, después parecieron volverse independientes y se movían ayu...

Masaje hipnótico (21)

Doy ayudas, pido dinero, recolecto propiedades para regalar y escucho historias.

MÁS PROPIEDADES E HISTORIAS.

Le cobraba con creces lo que el “ gordito ” me había estafado, me quedaba con mucho más de lo que me había sacado, le “ cagaba ” la vida con su empleada-novia-amante y tenía claro que aún no había terminado la venganza…

Con respecto a las propiedades que le sacaba, él en persona las entregaría a sus nuevos dueños, el chalet para la madre de mis hijos y la casa americana para mi hermana, después vendría la entrega de un C.D. con la esposa y el hermano “ ...

Masaje hipnótico (20)

Se concreta el negocio de Mendoza y surgen maldades para el Rematador.

NEGOCIOS CON PEQUEÑAS MALDADES.

Dormí un rato más hasta la una de la tarde, almorcé y fui a buscarlos para hacer los papeles que faltaban.  Cuando llegué estaba el marido de Sara, había vuelto al mediodía desde su trabajo para hablar conmigo sobre el negocio y, en la casa, las caras no eran de lo mejor.  Saludé a los “ viejos ” y se veían felices, como si la ausencia de la hija en la mañana les hubiese permitido “e charse el polvito deseado” ( *más tarde mi amigo me lo confirmó aclaránd...

Masaje hipnótico (19)

Las curaciones a la esposa de mi amigo dan resultado y la hija tiene que “pagar” la factura.

CURACIONES - SARA.

Regresando a la esposa de mi amigo, descubrí que pasó toda una vida al servicio de los otros y acorde a sus conceptos, estaba viviendo una vida desperdiciada porque nadie la valoraba.  La bronca más grande y su desilusión mayor estaba dada para con ella misma, se había anulado como mujer y los miedos a “ lo que pudiera venir ” la hicieron encerrarse en sí misma, por ende, sus escasas alegrías se opacaron y desvanecieron.

En esencia, tal como mi Psicología de entrecasa...

Masaje hipnótico (18)

Me voy a Mendoza a finiquitar el negocio y a curar a la esposa, esperando cobrar mi factura “especial”

Cuando llegamos a casa se acercó Luis y no podía creer los cambios en su madre y hermanas.

  • La semana que viene te toca a vos, quizás antes, ahora ayudá a tu madre y a ellas a bajar todo, más tarde viene el pedido del Supermercado, fijate lo tuyo y apártalo, las mujeres van a acomodar cada cosa en su lugar, yo voy a comer algo .
  • Le preparo la mesa ”, -dijo María-.
  • **No, ocupate de lo tuyo y lo de tus hijas luego guardá las cosas mías en el vestidor y preparame un bolso con ropa y otras...

Masaje hipnótico (17)

Las “Caseras” necesitaban una nueva imagen y a eso nos dedicamos pronto pero antes descubro algo que me agradó muchísimo

CASERAS “ A NUEVO

La familia de Caseros todavía seguía acomodando su nueva casa y ya habían trasladado todo lo necesario desde la casa grande, me di un baño que me dejó nuevo, salí de allí, calenté carne que aún quedaba en la heladera, agregué ensaladas y comí hasta que quedaron sólo migas.  Me quedaba el tema de arreglar y limpiar el Gabinete y las ganas para esto no sobraban además, ya tenía a quien podía hacerlo aunque necesitaría discreción.

Llamé por el intercomunicador y pregunt...