Solo era el principio (31) El sillón negro...
No pasó mucho tiempo así cuando empezó a gemir y a mover su culo de forma espectacular metiéndose, con sus propios movimientos, prácticamente todo mi dedo dentro de su culo. En pocos segundos alcanzó una nueva corrida aún más grande que la anterior. Ya iban cuatro y aquello parecía no tener fin.
CAPITULO 31
El sillón negro…
SABADO, 06 DE DICIEMBRE DE 2008 (NOCHE) (2ª PARTE)
En la postura que se encontraba, prácticamente a cuatro patas y con su culo bien abierto, me puse detrás de ella y metí mi cabeza entre sus piernas para que mi lengua quedase a la altura de su precioso, y en ese momento, sensible coñito. Comencé a pasar mi lengua y saborear el sabor de su depilado y jugoso chochito que tanto me excitaba, sin hacerle mucho caso a las súplicas que entre espasmos me pedí...