Las Muñecas IV

Manu intenta entender su Don y saber como funciona y comienza a tejer un plan para el futuro, pero una visita inesperada provocará un inesperado giro en los acontecimientos.

IV

El amanecer me sorprendió en vela, intentando ordenar el galimatías que se arremolinaba en mi cabeza de recuerdos, pensamientos, emociones y remordimientos.

Por un lado intentaba entender los pormenores de mi don. Parecía claro que tenía la capacidad de provocar un profundo sueño a las personas, pero, aparentemente, solo a aquellas que me conocían y/o confiaban en mí. Durante ese sueño las personas no eran capaces de reaccionar y despertar, y no respondían a estímulos de voz, no sentían frio...

El pacto. (43).

La “Puestera” regresó más que feliz a su casa… Debido a la proximidad de la llegada de la Jefa del Ministro se genera una verdadera y sincera amistad con Francisco… El domingo con las visitas resultó ser un día maravilloso y lleno de matices para los que estábamos en la Estancia.

AMISTAD - DÍA DE CAMPO ESPECIAL.

En la cena no dejé que se pusiera la remera, empezó a comer tratando de taparse y me paré para ponerme detrás de ella, le tomé las tetas una en cada mano y se las acaricié pellizcando al pasar los pezones, se puso a mil y quiso pararse, le pedí que se quedara quieta, para mí era tanto placer el acariciarle las tetas como para ella recibir las caricias, le dije que eran hermosas y que si no sentía vergüenza al yo tocárselas tampoco debería sentir vergüenza para comer co...

Primera vez

La primera infidelidad

Habían quedado en la casa de él. Se acercó hasta el portal y llamó al telefonillo. Se escuchó una voz grave al otro lado:

  • ¿Si?

  • Hola, soy yo.

  • Espera un momento, bajo a abrirte, desde aquí no se puede.

Estaba nerviosa, había pasado horas intentando decidir qué falda, qué camisa, qué ropa interior llevar, ¿será mejor con ella o directamente no me pongo? ¿qué le gustará más? Al final se decidió por ropa interior blanca de encaje, blusa y falda de traje. Era verano así que no llevab...

Mi cuñadita Laurita (07)

Los trapitos sucios se lavan en casa

Antes de regresar a casa, le di un paseo por un centro comercial, le invité un helado… en el fondo quería sacarle el olor y sabor de mi verga que Laurita debía tener en la boca.

Creo que nos tomamos más tiempo de la cuenta, pero quería que la niña se distraiga y conozca algo más que mi pene en sus agujeros, y que tenga algo que contarle a mi suegra al volver a su ciudad… al volver al depa, me pegue un susto al ver a Vale adentro.

-        ¿Qué tal la película?... pregunte Vale.

-        Bi...

El pacto. (42).

Las “mulatas” se ponen de acuerdo para aclararme algunos malos entendidos… Las chicas se van de viaje, recibo una noticia amena y, estando solo, aprovecho para cenar acompañado

MULATAS - CENA CON PUESTERA.

Afortunadamente en la casa reinaba la paz y la cordialidad, estaba Belinda que dormiría en casa y esperaban que a la mañana siguiente aparecieran Gracia y Sol, en apariencia se habían limado las asperezas y estaba seguro que en la cena hablarían conmigo.  Las saludé efusivamente a Carolina y a Ana María que salieron a recibirme en trajes de baño y no pude resistirme a acariciar a apretar sus nalgas, después las abracé pasándole a cada una un brazo por sobre sus hombros y,...

Las Muñecas III

Manu sigue aprendiendo sobre su Don y comienza a ampliar su coleccio de muñecas.

III

Durante días no tuve noticias de Silvia. La mañana siguiente del incidente de envié un mensaje por Whatsapp. En él le reiteré mi arrepentimiento y le dije que esperaría impaciente a que quisiese llamarme para hablar.

Entretanto aproveché el tiempo para intentar entender los pormenores de mi nueva realidad. De alguna manera podía influir sobre las personas para que se durmiesen convirtiéndolas en muñecos, esas personas no reaccionaban a estímulos dolorosos pero si parecían reaccionar positiva...

Compañeros de piso

Llevaban mucho tiempo compartiendo piso pero un día todo cambió

Ufff, otra vez de vuelta al piso compartido. El tren se acercaba a la estación y a cada vaivén le daba más pereza volver. Había pasado una semana con sus amigos de toda la vida en Madrid y volvía otra vez a la rutina, curro de mierda, compañeros de piso... No soportaba a la petarda de la habitación de al lado, siempre pensando en zapatos, trapitos y salir de fiesta y el de la habitación de enfrente era un tío raro, hablaba poco, desaparecía todos los fines de semana y cuando estaba en casa estaba siempre en...

El pacto. (41).

Me tiento para la atención a la “Puestera” nueva… La planificación para el viaje llevando las cenizas de Fernando al mar “unificó” a todas y de allí surge un lío con algunas que se prodigaban más que otras

PUESTERA - ORGÍA - LÍO DE MUJERES.

El lunes me desperté a media mañana, Carolina había ido a la Clínica, Ana María andaba por el parque, las chicas ordenaban la casa y yo no tenía ganas de levantarme.  Me obligué a ello y fui a prepararme el mate, estaba Graciela en la cocina que recibió el beso ya establecido y un apretón de nalgas sobre la piel porque debajo de su pollera usaba una tanga que las dejaba libres.  Estaba en la puerta con el mate y apareció Sol, siempre pizpireta y alegre, miró para...

Mar ardiente.

El mar es como el sexo, unas veces puede ser tranquilo y aburrido y otras feroz y peligroso como un tsunami.

Hacia un par de meses que Mar y yo no éramos los mismos de antes. Desde hace tiempo la llama del amor parecía haberse apagado entre nosotros, o mejor dicho, desaparecido por completo.

Al principio de irnos a vivir juntos todo era maravilloso, los ronquidos por la noche, las comidas de domingo en casa de sus padres, el hacer juntos las tareas del hogar y hasta me atrevería a decir que las peleas tenían su encanto. Pero sin saber cómo ni por qué, hubo un momento en el que todo pareció torcerse y dirigir...

El pacto. (40).

Regreso a mis lugares de antaño, veo las mejoras en la casa de Lucas y disfruto de la estadía y la compañía… Se completa la alegría con una nueva nuera y las bromas hablan de un nuevo “club”

VIAJE A LO DE LUCAS.

En la mañana nos reíamos porque ninguna de las dos podía tocarse el culo.  Yo les decía que me engañaban y que me las iba a coger de nuevo, me pedían por favor que no les tocara esas partes, que me hacían lo que quisiera pero en esa parte no se podía ni soplar.  Les dije riendo que no las quería más y me fui a bañar, entraron las dos detrás de mí pero no quisieron bañarse conmigo.  Me fui solo a desayunar, puse la cafetera y calenté el agua para el mate.  Iba a ser un fin de s...