Dos hermanos
Cuando la pasión y el amor no entienden de vínculos de sangre
Abril 1.978
Ernesto observó detenidamente a su gemelo y lo miró de pies a cabeza. A pesar de que todo la gente que los conocía los confundía argumentando que parecían dos gotas de agua, él era capaz de discernir cada matiz que lo diferenciaba de él y que terminaban convirtiéndolo en alguien único. Alguien por quien, desde que tenía uso de razón, sentía un profundo cariño más allá de lo fraternal.
*La relación entre los dos hermanos era cualquier cosa menos convencional. Desde el momento que...