¿Desea algo más el Señor?
Los dos últimos meses habían sido malos. Un mal divorcio, mucho papeleo y demasiados problemas de dinero. Decidí abandonarlo todo por unos días e irme lejos. Recordé que mis abuelos vivían en un pueblo de la costa en Santander. Así que llamé a varios de los hoteles de la zona, hasta que encontré...
Los dos últimos meses habían sido malos. Un mal divorcio, mucho papeleo y demasiados problemas de dinero. Decidí abandonarlo todo por unos días e irme lejos. Recordé que mis abuelos vivían en un pueblo de la costa en Santander. Así que llamé a varios de los hoteles de la zona, hasta que encontré uno abierto y reservé una habitación para un fin de semana largo. Como casi todos los pueblos de por allí se dedicaban al turismo. Claro que eso es en primavera y verano. En noviembre no hay nadie, apenas unos pocos...