Aullidos (1)

Las cosas no son sencillas en una familia de licántropos cuando tú eres el miembro más débil y tu hermano mayor no aprueba que pongas ojitos a una doncella humana.

A Bobby le gustaba mirarla. No era de su raza, ella era humana, como el resto de la servidumbre de la lujosa casa de Nueva Inglaterra, pero aún así, era bonita para mirarla. Bobby era el menor de los hermanos, herederos de los terrenos, los negocios, la casa y todo ese renombre, abolengo y lujo asociados al apellido, y sobre todo a la condición. A la raza. Sí, los Wolfson pertenecían a ese tipo de cosas, de seres que… vosotros, los enteramente humanos preferís ignorar. Esas cosas que decís a vuestros...

Aullidos (2, final)

Entre licántropos, la expresión sexo salvaje, no es figurativa.

"Su insípido hermano, no es mi tipo", había dicho Coral para referirse a él, y no había sido una bravata, la joven era sincera, Bobby lo sabía. Pero también sabía que él mismo no era un hombre para despreciar, modestamente. Era atractivo, podía ser elegante. Es cierto que su cerrada barba y sus patillas le daban un aspecto algo desastrado, pero aunado a su fuerza, podía tomarse por un toque rebelde y algo salvaje, atrayente a fin de cuentas. No le gustaba la idea, pero sabía que le costaría poco traba...

Lo Logró (1)

Cuando entré en la habitación Marta estaba con los ojos vendados. Creo que era una media negra, de encaje, lo que la impedía verme. La otra media le ataba las manos.

Cuando entré en la habitación Marta estaba con los ojos vendados. Creo que era una media negra, de encaje, lo que la impedía verme. La otra media le ataba las manos. Se encontraba a cuatro patas, orientada hacia la puerta. Desnuda, esta posición permitía ver sus grandes pechos deseando ser agarrados. Entré justo a tiempo para oírla suplicar.

  • Métemela ya, Carlos.

Carlos me miró y me guiñó un ojo. Estaba detrás de ella, agarrándola por el liguero, que ya no tenía nada que sujetar, y que sól...

Noche desconocida

Tras de ti, al fondo, un tío alto, rubio, musculado, hipnotizado por tu culo que empinado se ofrecía a su vista, dejó a la mujer con la que retozaba y, levantándose, se dirigió hacia ti...

Noche desconocida

Era un local desconocido en una ciudad desconocida. Habíamos entrado buscando refugio del frío de la noche con una copa que nos calentara por dentro. Nada más entrar nos dimos cuenta que el ambiente era un tanto peculiar. Música suave, sofás y cojines distribuidos como al azar por toda la sala e iluminados por una luz tenue que oscilaba entre tonos verdes y rojos. Aquí y allá se veían parejas charlando medio tumbadas con una copa en la mano. En algunos casos las copas se calent...

Jugando delante de ti

Recibo a mi pareja vestida de colegiala, y le hago mirar mientras me masturbo. ¿Dejaré algo para él?

Estaba nerviosa, pero preparada, hacía mucho tiempo que tenía ganas de hacerlo, pero el pudor y la vergüenza me habían frenado, pera tras nuestra última crisis, decidí liberarme de prejuicios y temores, iba a mostrarme contigo como realmente me apetecía, cómo yo fantaseaba, y pretendía ponerte a 1000.

De repente escuché las llaves en la puerta, estabas entrando, así que salí a recibirte, tu cara de sorpresa lo dijo todo al verme, y la sonrisa posterior, me hizo ver que te gustaba lo que veías. ...

El jinete y la doncella

Es de noche y una jovencita tiene un inesperado encuentro...

Fue en ese momento, cuando la muchacha lo vio. Estaba en la fuente que había en el centro del pueblo, recogiendo agua fresca con el cántaro para llevársela a su abuela, que no podía valerse muy bien por sí misma. Y lo que ella vio...era un hombre.

Un hombre que olía a tierra, a sudor, a guerra...y a batalla. Era un hombre cuyo rostro decía que no tenía miedo a nada, ni siquiera a la muerte. Un hombre de mirada firme, sereno, aguerrido, muy fuerte, extremadamente atractivo. Su cabello largo se mo...

Mis ardientes sueños...

Aqui relato mis sueños calientes...

Aquí va la fantasía en la cual sueño noche tras noche........

Imagino nuestro reencuentro, cuando te tenga cerca mio... tan cerca que nuestros labios se rocen y comience ese cosquilleo que recorre mi cuerpo y que solo tu provocas, quiero que sientas como poco a poco como comienzo a tocarte y voy despojándote de tu ropa y besando cada parte de tu cuerpo, puedo sentir tus labios y tu lengua que va saboreando mi piel........ como empiezas con un largo beso en la boca en donde nuestras lenguas se enc...

El curioso caso de Nora Casan 2

Continuan las aventuras sexuales de una chica que de pronto, una mañana amaneció con un pene.

Tuve mi primera fantasía erótica a los doce años, soñaba con mi maestro de inglés en secundaria. No fue mi culpa, un día me dirigía a la oficina de la directora y estaba cerrada con llave, miré por la rendija de la puerta y presencié lo que sería mi primer encuentro con las relaciones sexuales. La directora le estaba chupando la polla a mi maestro. Nunca he podido sacar esa imagen de mi mente, en un principio me parecía repugnante pero ahora cuando me pongo a pensar en ese instante, con una mente tan...

El increible caso de Nora Casan

Cuando desperto por la mañana, se dio cuenta que en lugar de su concha tenía otra cosa.

Nunca he sentido cuando un hombre se viene dentro de mí. Mi novio siempre saca su miembro antes del coito y me lo dispara en la cara. Siempre me he preguntado, pero tengo miedo a que quede… bueno, ya saben. Pero aquella noche iba a ser distinto, mis amigas me había platicado lo rico que se sentía una corrida dentro y estaba dispuesta a que lo hiciera, de todos modos la boda estaba en puerta.

Pero su celular nos interrumpió dos veces, la misma persona. Desde hace unas semanas su ex-novia, al ente...

Lactancia Erótica

¿Cómo decirle a tu pareja que deseas algo tan poco común? ¿Cómo combatir la lujuria que se adueñaba de él al ver mamar a su hija? (Relato homenaje con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, contenido suave)

Lactancia Erótica

Fernando observaba la escena por el rabillo del ojo, intentando simular que prestaba su total atención a la televisión. En el otro extremo del sofá estaba Ana, su mujer, que acomodaba en su regazo a la pequeña Elizabeth, de cinco meses, y que en ese momento estaba tomándose el almuerzo.

-"Se está poniendo las botas..." –Murmuraba para sus adentros.- "Desde luego, calcio no le faltará nunca."

Suspiró y eso atrajo la atención de su esposa, que arqueó una ceja mientr...