Irene (4/4)
Preparándolo todo para el gran fin de semana...
Ya llevaba despierto más de una hora, creo que la curiosidad consiguió que madrugase en festivo, ¡Ja, ja, ja! Tal y como me desperté, fui directo al ordenador, esperando ansioso a leer el correo del que me había hablado Sergio. En efecto, ¡Aquel correo era acojonante! Si lo que Pedro contaba en él era totalmente cierto, auguraba un fin de semana no sólo divertido y salvaje, sino también incierto. Me explico: normalmente era capaz de planear una reunión, quizá podría surgir algún percance o alguna falt...