Sensual dominación 2

Un encuentro cara a cara

Hola amigos, me disculpo por la tardanza en la siguiente entrega de mi historia, es solo que para no extenderme demasiado, ahora cuento con mas de un sumiso en varias partes del mundo y mi tiempo de leer o escribir se ha visto reducido, espero les agrade este corto adelanto.

Estaba ansiosa, el día y la hora de la llegada de Carlos era inminente, las piernas y manos me temblaban, quería huir y al mismo tiempo permanecer esperando a que el timbre de mi casa anunciara el momento tan esperado, donde mi su...

Atada ii

Cristian decide torturar a Ana y llevarla de paseo a la tienda de fotografias de su marido Max ?ue pasará, se dará cuenta Max de todo lo que pasa entre Cristian y Ana?

CAPITULO 2 No me hagas eso

Me apoyo sobre el fregadero pues el movimiento lento del vibrador no me deja mantenerme firme, es demasiado para mí, sentir el placer así, a ráfagas. Cristian desnudo y sentando en la mesa frente a su café de después de comer, manipula el mando a su antojo; mientras yo trato de fregar los platos, pero la tarea se hace difícil cuando un vibrador colocado entre las piernas se mueve cada x tiempo haciéndome estremecer de placer. A Cristian le encanta torturarme de esta manera,...

Mi vecino mi amante (2)

Segunda parte de este relato. Laprimera, por error, la publique en la seccion de filiar, os dejo el enlace por si quereis usarlo http://www.todorelatos.com/relato/110760/

El siguiente día que pudimos vernos en su casa, a modo de saludo me dijo:

-Creo que estás preparada –me dijo-

-¿Para qué?

-Para que me entregues tu virginidad.

-No lo sé –respondí, pero estaba deseosa de más placer-

-Eso no importa, yo la quiero ahora y tu  ¿Qué debes hacer?

-Obedecer, Bruno.

Me llevo al dormitorio. Termino de desnudarse. Hizo que me tumbara en la cama con las piernas colgando por el borde. Se tiro al suelo. Su lengua comenzó a lamerme los muslos. C...

Mis inicios lesbicos 6

Isabel me somete en mi casa, estando mi hija Laura abajo, estudiando

Gracias Ama –Pude por fin responder al normalizarse algo mi respiración. Gracias por dignarse a someter a esta perra sumisa. Sus deseos son órdenes para mí.

La dominante me había dejado con todas las ganas. Me miraba y sonreía maliciosamente, con una mirada que pretendía calcular quizá que planes o morbosas o crueles intenciones.

Por favor –Rogué con ansiedad. Por favor, Ama, se lo suplico; no me deje así...

¿Así cómo, puta?

Así, con todas las ganas…Ama Isabel. –Supliqué.

Isabe...

Atada

Estar atada y pendiendo de una cuerda puede ser excitante, pero aun lo es más lo que puede suceder después. Ana trabaja como asistenta para Cristian, pero en realidad sus relación es algo más que la simple relación entre jefe y asistenta. El sexo juega un importante papel en su relación, una relación que irá más lejos de lo que Ana nunca soñó y en la que Cristian le descubrirá aspectos de si misma que jamás pensó que existían y la hará sentir libre a pesar de que le guste atarla.

CAPITULO 1 El invitado

  • Cariño, ya estoy en casa – oí su voz desde la habitación y eso me despertó

un poco.

Me dolían los brazos, que seguían suspendidos de las cadenas, también me

dolían las piernas, en realidad me dolía todo el cuerpo, ya que llevaba unas

cinco horas allí colgada, desnuda y con los ojos vendados. Oí sus pasos

acercándose a la habitación, y luego la puerta se abriéndose y a él que seguía

acercándose a mí. Podía imaginar su cara de satisfacción y d...

¿Me deja adiestrar a la puta? me rogó Susana

Esther le pide a mi novia que le enseñe a ser una buena sumisa y Susana acepta al descubrir que le apetece descubrir que se siente al ser ella la dominante. Contiene dominación, lésbico y anal

Esther se despertó temprano. Esa mañana mientras se vestía, decidió que debía causar una buena impresión a su maestra y por eso se puso un conjunto color negro casi transparente, tras lo cual eligió unas medias con liguero del mismo color. Al mirarse al espejo, sonrió porque con él puesto  se sentía hermosa y cachonda. De una talla menor a la que sus pechos realmente necesitaban, le marcaban el canalillo de una forma muy sugerente e imaginándoselo, soñó que su futuro amo al verla con ese conjunto, le exigía...

Follando y Golpeando

El hombre comenzó esta vez a aumentar el ritmo de sus sacudidas en la boca dela mujer y con la mano que le quedaba libre se inclinó un poco hacia ella y alcanzando su coño que aun chorreaba placer empezó a frotarlo con indiscutible conocimiento.

Esa noche lo tenía todo pensado, sabía lo que haría y de que forma quería hacerlo. Llevaba meses con el proyecto en mente, tenia al fin que cumplir sus fantasías sexuales tanto tiempo silenciadas por los tópicos del que dirán.

Se hacia media tarde, yo había pasado las ultimas horas en casa haciendo preparativos, recogiendo… limpiando…

Daba la hora en la que ella saldría del trabajo y no quería llegar tarde, no fuera que se dirigieses al transporte público y me fastidiase la sorpresa que era ir a...

Mini-relato. La perra desespera.

Sumisa atada, desnuda, con los ojos vendados y expuesta a su Amo siente su cuerpo arder con desesperación deseando de manera incontenible que su Amo la use por fin.

Nada puede ver, nada oye más que las respiraciones de ambos, nada siente su piel más que el tacto de la cuerda que ata sus manos por encima de su cabeza y la suavidad de la cama bajo su cuerpo. La excitación recorre su piel con dedos de hielo mientras él parece regodearse con la espera, contemplando su cuerpo desnudo, su pecho subiendo y bajando cada vez más rápido. Sin poder contenerse, lleva su dedo hasta su cuello y lo roza con tal delicadeza que ella casi duda de que haya ocurrido. Comienza a descender,...

Mis inicios lesbicos 5

El cerco se estrecha. Aprendiendo a obedecer.

El maldito teléfono. Llama y llama. No pienso atender. Ni lo sueñes, quien quiera que seas. Es mi hora de relajarme, de poner en orden mis pensamientos. De pronto me preocupa que pueda ser mi Amo o mi Ama el que llama. ¿Dije Ama? Pienso Es que ya la he aceptado como tal a ese demonio bello a rabiar? Es tan solo una mocosa que perfectamente podría ser mi hija; hasta se parecen en cierto sentido, ambas conscientes de su belleza, de su superioridad, con una seguridad en el actuar que nos hace sentirnos incómod...

¿Quieres ser mi juguete?

Este relato no lo escribí yo. Lo hizo otra persona para mi, y me lo regaló, porque quería verme así. Y sí. Acepté ser su juguete.

Estaba frente al ordenador este último sábado pasado mirando por la ventana recordando esa noche que me regalaste, esa noche que quisiste ser mi juguete una vez más, te dejaste en mis manos y solo con la mirada te sentías guiada.

Todo sucedió en aquella playa tan escondida, tan íntima y a la vez  tan accesible para quien quisiera disfrutar de ti.

Recuerdo perfectamente como bajaste del coche, como te pavoneaste con ese vestido blanco, vaporoso y te mostraste a mi desde la distancia, tuviste...