Reconversión (Noche de marcha II)
Al ver a Sabrina preñada y haciendo malabares en la calle, nuestros protagonistas no pueden pasar por alto su deber cívico y deciden apartarla de la calle a su manera.
No habíamos recorrido ni diez metros cuando nuestra obligación cívica nos hizo llamar a la policía local. Lo que estaba haciendo aquella preñada iba claramente contra las ordenanzas municipales. Se veía que estaba embarazada, pero aquella cría ya había delinquido al intentar robarle el ordenador a nuestro amigo hacia siete meses y ahora lo seguía haciendo. Afortunadamente, es bueno tener amigos en todas partes y más si son policías. Así pues, saque el móvil, busque el número adecuado y lo marque. Después d...