Soy su puta
Mi amo me ofrece como puta.
Camino descalza por el frío suelo de mármol, con la cabeza agachada justo como se me ha pedido en la nota.
Me muerdo el labio inferior y avanzo despacio, sintiendo a cada pisada el miedo enroscándose en mi bajo vientre.
Todavía no tengo claro cómo empezó todo, como me vi envuelta en la necesidad que siento ahora por complacerle. Pero ocurrió y esto no es más que otra consecuencia de mis errores o mis aciertos, según se mirara.
Anduve hasta alcanzar la puerta doble de la que el hombre de la...