Las Fantasías de Nazly. Presente
Obediente esperó en la oscuridad mientras oía como metía el coche, lo cerraba y volvía a salir del garaje, según le pareció. Totalmente sola y sin poder ver absolutamente nada, sintió como se le erizaban los pelos de la nuca...
Para Nazly; si os ha gustado, la mayor parte del mérito
es suyo, si no, la culpa es solo mía.
Presente
Jamás había estado tan nerviosa en una cita. Ni siquiera la música de Ludovico, que había tenido puesta toda la tarde en la habitación del hotel y la prolongada ducha de agua caliente habían logrado calmarla.
Se acercó al móvil y repasó los mails de nuevo, uno a uno, Andrés era tan... fascinante. Recordaba la primera vez que habían charlado en un foro dedicado a los relatos er...