La Esposa Masoquista (capítulos 01 y 02)

Una mujer descubre su deseo masoquista y terminará sometida su marido, ansiando ser castigada y degradada hasta más allá de lo posible (Serie de 16 capítulos)

01 - LA ESPOSA MASOQUISTA (EL INICIO)

Soy una mujer de 35 años, bastante atractiva y con un buen cuerpo, durante varios años trabajé de modelo, sobre todo para lencería y a pesar de que ya hace casi cinco años que me retiré, me sigo cuidando y mantengo mi cuerpo casi igual. Dejé el trabajo al casarme con el que hoy es mi marido, un hombre de negocios que realmente trabaja por entretenerse ya que tiene un patrimonio más que suficiente para vivir dos vidas de lujo, es diez años mayor que yo y aunque n...

Con las Bolas Chinas por la Calle

Llevar a cabo una prueba de mi amigo dominante me obligó a tener una experiencia con un viejo verde en el bus en la que fui usada por el viejo y hacer todo lo que quiso conmigo

Ir con las bolas chinas metidas es la vagina es todo un ejercicio de entrenamiento, porque hay que hacer mucha fuerza para mantenerlas dentro y que no se salgan, y como dentro llevan otra bola chocan al moverse y producen una sensación de excitación que hace que me moje toda.

Era un día cualquiera entre semana, y tenía que soportar una prueba que consistía en salir a la calle y hacer las cosas cotidianas que normalmente hago cualquier mañana de cualquier día laborable de la semana. Era jueves y tenía...

Sometida y Usada a Su Antojo

Así estaba yo manchada por la corrida de ambos, cuando él volvió a ponerse de pie y acercándome de nuevo la verga a la cara me susurró al oído: - Límpiala si quieres que te saque eso del culo y te desate.

Llegué a casa después del trabajo deseosa de quitarme el sujetador. Había sido una mala idea ponérmelo, pero a la vez había pasado todo el día excitada frotándome contra las esquinas como una gata en celo. El roce de los pezones contra la tela dolía, pero también me recordaba la noche pasada. Abierta de piernas, me tumbé sobre la cama con los ojos cerrados dispuesta a rememorar cada detalle. Habíamos llegado a su casa de madrugada después de cerrar el bar. Estábamos en ese punto justo de la embriaguez dond...

En el cepo (2)

"- Esas piernas las tengo escaneadas de sobra, las he tenido tanto tiempo en la mesa de al lado que las conozco de memoria, cada manchita, las rodillas… la de pajas que me he hecho pensando en ella …¿Eres...?"

EN EL CEPO (2)

  • ¿Miguel, Carlos?

  • Oye tío, ¿ésto no será una broma, no?

El más alto de los dos me miraba con cara de mosqueo. Deduje que era él tal Carlos porque con su compa lo había tenido más fácil para convencerlo, incluso fue él quien ayudó a convencer a Carlos… Aunque confieso que hasta que no les ví en la barra lo dudé.

El capullo me estuvo haciendo mil preguntas por wasap, que de dónde había sacado su número, que quien era yo, que… Bah! Que tocayo más idiota

Miguel er...

Mi maduro enojado

Jamás pensé que Ricky,le diría a su padre de nuestro encuentro, mi maduro se enoja y me castiga, yo, lo disfruto. Amo que me domine y sea rudo conmigo

Habian pasado tres días desde mi experiencia con el hijo de mi maduro, no cambie mi rutina, me levantaba, iba a correr, decidí que si Ricardo no aparecía había que darle vuelta a la página, Junior siguió mandándome mensajes, diciéndome que yo le había gustado mucho, que quería una relación conmigo, que le diera una oportunidad, la verdad es que no, en ese momento tenía mucho trabajo, como no quería aburrirme salí a comer con una amiga que me había marcado para darme una noticia,  fuimos a una plaza comercia...

Prueba de sumisión (fragmento)

Traducción de un fragmento de "De rodillas" ("On His Knees", de Rose Thornwell) ofrecido gratuitamente por PF. Una difícil prueba para conseguir ser su esclavo.

De rodillas (fragmento)


Título original: On His Knees

Autora: Rose Thornwell (c) 2002

Traducido por GGG, septiembre de 2004

El teléfono le despertó a las cinco y media. Estaba todavía totalmente vestido, derrumbado sobre la colcha.

"Hola," farfulló, con la cabeza latiéndole como si tuviera resaca.

"Me he enterado de lo que hiciste anoche," dijo Brit. "Jenna me contó como la obedeciste en todo, y casi soportaste una paliza de vicio a cuenta de ello. Estoy...

Apuesta de deseo, Cap. 6

La esclava ejerce su papel

Capítulo Seis

Al pasar los días se le permitía a Sophia un poco más de libertad. Podía entrar en la biblioteca de Lord Devine en cualquier momento y escoger un libro de su extensa colección. Incluso ordenó a uno de sus mozos de cuadra que le diera una clase de monta. Por supuesto que tenía que montar como un hombre en vez de a mujeriegas, y siempre estaba desnuda. El pobrecito joven apenas podía concentrarse en la lección, y sus piernas abiertas y sus pechos botando ofrecían un espectáculo maravill...

Aprendiendo a Obedecer (II)

Gaia comienza su nueva vida. Eso dice su prima. Demasiadas sensaciones, emociones... y una nueva chica.

Gaia todavía estaba asimilando todo lo que había pasado en menos de veinticuatro horas. ¿Qué había hecho mal? O mejor dicho... ¿Qué había hecho bien? Su mente todavía seguía embotada por el suceso con su prima. Sentía sus dedos acariciando su entrepierna, su pecho en su boca... Se removió en la silla al sentir una pequeña humedad entre sus piernas. Una mano se posó en su muslo y Gaia volvió de sus pensamientos. Miró a su izquierda, viendo a su... a su ama con una sonrisa suficiente. Estaban cenandp. Su madr...

El Black Club

Estoy algo nervioso, como cada día que tengo la suerte de acudir al Black Club como esclavo.

El Black Club está situado en un lugar discreto de la ciudad. Es un sitio donde es preciso estar inscrito si se quiere acceder a el. Hay dos clases de clientes.

Como indica el nombre del local, es un club para hombres negros. Aquí los machos negros son los amos. Hay filtros para que no entre todo el que quiera. Son hombres negros, de clase media o alta, que vienen a tomar una copa y estar con sus amigos. Como en cualquier otro sitio. La diferencia está en la otra clase de clientes del club.

Los...

La aupair - Parte 1

Inicios de una aupair en el mundo de la dominación

  • 1 -

Mire –diminutivo de Mireia– llevaba más de diez minutos en el lavabo del avión. Se sorbió los mocos con la manga del jersey y se miró al espejo. Los ojos color miel, rojos del llanto, observaron su fino rostro enmarcado en el cabello liso que le llegaba justo hasta encima de los hombros. El maquillaje se había corrido y decidió quitárselo del todo con una toallita que sacó del bolso. Mientras se limpiaba el rímel, intentó apaciguarse y relajar el labio que no paraba de sacudirse a cada sollozo q...