84 en Zamba
Un poco de historia no viene mal. Ahora que es un privilegio y una particularidad. Es bueno recordar que hubo otras épocas y otros pioneros menos dispuestos a descubrir el lado trans del amor. Hubo que deconstruirse.
Lo llamábamos Zé Sergio.
No porque fuera brasilero. Ni por sus constantes subidas por el lateral izquierdo de nuestro equipo. Tampoco por su alegría y expresividad, era más parco que un montañés. Pero entre todos nosotros a él le había tocado un color de piel un poco más oscuro y, aunque no era negro, tenía un tono más que bronceado. Ni siquiera se llamaba José para que ese prefijo “Zé” se le pegara al nombre, pero le gustaba y se lo quedó. Así lo conocimos. Ze Sergio aparecía siempre antes de la hora...