Tinto caliente
Amor y muerte.
Tinto caliente
La última vez que nos dedicamos algún tiempo para charlar ocurrió a fines de noviembre del año pasado, algo así como 130 días atrás. Salías con el pelo suelto y mojado de un hotel lujoso y al reconocerme me invitaste un café. Te dije mejor un tinto. Y entonces fuimos al parque oscuro con dos botellas de Malbec.
De uno u otro modo, diferentes razones personales dieron por resultado que nuestros diálogos de noches navegadas en tinto, poesía y filosofía rupestre, las cuales a m...