Apenas entré al cuarto
Joven descubriendo nuevos placeres...
Apenas entré al cuarto pude percibir la esencia de su ser.
Eran palpables cada uno de los sentimientos que cruzaban por su alma: miedo, vergüenza, timidez, pero también mucha curiosidad; Y fue está ultima la que me convenció de seguir adelante.
Estaba acostada en el lado derecho de la cama. Varios almohadones le hacían de respaldo y de protectores a la vez.
Tenia una terrible cara de nena. Pero aparentaba varios años menos de los que en verdad tenia.
De piel tostada, todavía podí...