La Amiga de mi Hermano
Reparé en la serie de prendas que yacían en el suelo y sobre la mesa de centro sobre un par de libros de álgebra. Mi verga empezó a palpitar bajo mi ropa. Era evidente que mi hermano menor se lo había pasado en grande y que él y su compañera habían decidido dejar el estudio para después.
Pasaban de las tres cuando llegué a casa. Había bebido bastante pero me encontraba totalmente lúcido, tal vez el ser un tipo grande que se ejercita me ayudó a metabolizar el alcohol, pues lo ingerido ameritaba un caminar zigzagueante, una visión borrosa y un hablar incomprensible; pero no era el caso, acababa de pasar por un retén policiaco sin el menor problema.
Me senté en el sofá y fumé un cigarro, veía el humo bailar en el aire mientras instintivamente me frotaba sobre el pantalón. Seguía excitado...