Unificando mi vida

Para una perra viciosa como yo, mantener la dicotomía entre una respetable abogado y la promiscua mujerzuela no sólo resultaba difícil sino también, a estas alturas de mi vida, fastidioso; encontrándome separada de quien fue mi pareja por años ya no resultaba necesario el ocultamiento para mantener su imagen de respetabilidad, en cuanto a mí, había llegado a considerar mi libertad sexual no sólo respetable sino digna,

Para una perra viciosa como yo, mantener la dicotomía entre una respetable abogado y la promiscua mujerzuela no sólo resultaba difícil sino también, a estas alturas de mi vida, fastidioso; encontrándome separada de quien fue mi pareja por años ya no resultaba necesario el ocultamiento para mantener su imagen de respetabilidad, en cuanto a mí, había llegado a considerar mi libertad sexual no sólo respetable sino digna, por lo que su conocimiento o desconocimiento por parte de quienes constituían mi entorno n...

Dogging

Era un día luminoso y frio de abril y los relojes de la oficina daban las seis de la tarde, fácilmente había transcurrido más de un año desde la última vez que había tenido sexo, la separación de mi pareja y el tener que rearmar mi vida profesional fueron hechos decisivos para la baja de mi libido sexual, yo con la barbilla clavada en el pecho intentaba burlar el frio, había salido de la oficina sin un rumbo determinado, me subí al metro, tan lleno como siempre, miraba a la gente caminar, y levanté el cuello de mi abrigo intentando refugiarme en su interior,

Era un día luminoso y frio de abril y los relojes de la oficina daban las seis de la tarde, fácilmente había transcurrido más de un año desde la última vez que había tenido sexo, la separación de mi pareja y el tener que rearmar mi vida profesional fueron hechos decisivos para la baja de mi libido sexual, yo con la barbilla clavada en el pecho intentaba burlar el frio, había salido de la oficina sin un rumbo determinado, me subí al metro, tan lleno como siempre, miraba a la gente caminar, y levanté el cuell...

Mi salida al mercado

Siempre me es necesario para satisfacerme lo imprevisto, lo que no está sujeto a una organización previa, por eso mi trabajo extra en el departamento, o las salidas sola o con mi hermana que organizaba Angélica siempre me llevaban a la rutina y en consecuencia al aburrimiento, por muy placenteras que fueran aquellas experiencias que por lo demás lo eran.

Siempre me es necesario para satisfacerme lo imprevisto, lo que no está sujeto a una organización previa, por eso mi trabajo extra en el departamento, o las salidas sola o con mi hermana que organizaba Angélica siempre me llevaban a la rutina y en consecuencia al aburrimiento, por muy placenteras que fueran aquellas experiencias que por lo demás lo eran.

Por ello siempre tengo que lanzarme a las calles, por eso aquel día sabía que sería un buen día, por tanto me vestí como más me gusta como una putita...

Reencuentro satisfactorio (nos teníamos ganas )

Decidí que tenía que verla y no esperar más, me puse frente a él y le baje el pantalón roce mis labios con su slip puesto y luego se lo baje, dejando frente a mí una verga impresionante; nunca había visto o mamado una así y creo que se notaba mi cara de vicio.

Hola soy Celeste, este es mi primer relato, espero les guste, la verdad sucedió hace mucho tiempo pero aún lo tengo muy presente y siempre he querido compartirlo.

Para que me imaginen soy morenita, no muy alta, tengo pechos grandes por lo que sobran miradas y aún más cuando uso escote, tengo un trasero firme por el gimnasio, me gusta ser sexy, caliente, curiosa a nuevas cosas y muy complaciente a veces exhibir un poco, me gusta bailar y estar siempre activa.

Mi historia es con un amigo que encon...

Cuando Conocí a Edgard

En el entretiempo del partido nos despedimos, ellos se encontraban desesperados por alcanzar a ver algo del juego, por lo que me dirigí totalmente sola a mi vehículo, caminé por calle Catedral pasando los grupos de peruanos que escuchaban el juego por radio en esa pequeña Lima en que se había convertido la Plaza de Armas de Santiago, me entretenía escuchar las discusiones, para mi sin sentido, que sostenían estos con los pocos chilenos que a esa hora aún circulaban por el sector.

En el entretiempo del partido nos despedimos, ellos se encontraban desesperados por alcanzar a ver algo del juego, por lo que me dirigí totalmente sola a mi vehículo, caminé por calle Catedral pasando los grupos de peruanos que escuchaban el juego por radio en esa pequeña Lima en que se había convertido la Plaza de Armas de Santiago, me entretenía escuchar las discusiones, para mi sin sentido, que sostenían estos con los pocos chilenos que a esa hora aún circulaban por el sector.

Casi sin darme cuenta...

Inicio con mi Ama

En mi vida han pasado muchas cosas que sorprenden pero quizá la que les relato a continuación sea la que haya marcado mi vida por completo, fue el inicio de lo que soy o más bien de lo que no he vuelto a ser.

En mi vida han pasado muchas cosas que sorprenden pero quizá la que les relato a continuación sea la que haya marcado mi vida por completo, fue el inicio de lo que soy o más bien de lo que no he vuelto a ser.

Tenía 17 años, estudiaba COU en el Instituto aunque poco lo pisaba siempre había sacado buenas notas y no me costaba. Nunca me consideraré atractivo, creo que soy muy normalito y que siempre que he gustado ha sido por como soy, o eso creo por lo que me han dicho. Siempre había sido tímido, muy tí...

Masturbando a mi novia en la moto

Hecho real de como Carmen, malagueña de 24 años y su nuevo chico cruzan Madrid en moto calentandose en los semáforos....y calentando a los demás.

Masturbando a mi novia en la moto

Habíamos quedado para conocernos….tomar algo y charlar.

Era verano y ella se presentó con una faldita corta, una camiseta de tirantes y una chupa vaquera…

Carmen medía 1.75 aproximadamente. Era morena, ojos color miel, unos labios carnosos, 24 años, malagueña.

Nos sentamos en una terraza cerca de la plaza de Lavapiés y estuvimos conversando todo el rato, entre risas y cervezas. Hubo muy buen rollo entre los dos pero siendo la primera cita, no esp...

El llamado de Edgard

Edgar prácticamente se había convertido en mi dueño, no sólo requería de mis servicios profesionales para solucionar problemas de inmigración en Chile, sino que se daba la absoluta paradoja que dichos servicios me los pagaba ofreciéndome a sus amigos o conocidos, por lo que no me extraño que me invitase a almorzar a su casa, si podía llamarse casa, a la habitación en la cual vivía, al llegar pasé directamente a la pieza de Edgar,

Edgar prácticamente se había convertido en mi dueño, no sólo requería de mis servicios profesionales para solucionar problemas de inmigración en Chile, sino que se daba la absoluta paradoja que dichos servicios me los pagaba ofreciéndome a sus amigos o conocidos, por lo que no me extraño que me invitase a almorzar a su casa, si podía llamarse casa, a la habitación en la cual vivía, al llegar pasé directamente a la pieza de Edgar, no pocos de los residentes salieron a su puerta al verme y otros tantos me sig...

Mi amo me culea en la puerta como perrita

Me la meten toda llegando de trabajar

Hace dos días cuando venia de trabajar de mi consultorio me dieron muchas ganas de que mi amo  me cogiera en la puerta, sin embargo, me daba un poco de pena decirle y aun màs por que soy su perrita  estoy para lo que el pida y quiera, tampoco me gusta cuando es predecible  mejor dicho esperaba que sin aviso me volteara y me cogiera súper rico como siempre.

Al llegar a su departamento como es costumbre me saludo en la puerta y me abrazo, fue Instinto pegarme a el màs de lo normal para sentir su miembro...

Fallo

Era una tarde calurosa el lunes, la lectura del fallo que vimos en la oficina, había sido aburridísima y la discusión posterior sólo apuntaba a la afectación económica de los sindicatos del norte que eventualmente pudiesen llegar a ser clientes de nuestro estudio, sin embargo por mi cabeza sólo se cruzaba el pensamiento de llamar a Edgar, un amigo de la colonia peruana para que celebrásemos juntos esta nueva etapa que debía abrirse en las relaciones de nuestros países.

Era una tarde calurosa el lunes, la lectura del fallo que vimos en la oficina, había sido aburridísima y la discusión posterior sólo apuntaba a la afectación económica de los sindicatos del norte que eventualmente pudiesen llegar a ser clientes de nuestro estudio, sin embargo por mi cabeza sólo se cruzaba el pensamiento de llamar a Edgar, un amigo de la colonia peruana para que celebrásemos juntos esta nueva etapa que debía abrirse en las relaciones de nuestros países. A Edgar lo conocí casi como a todos mi...