Marta recibe su recompensa
Después de hacerme correr entre tanta gente y hacerme disfrutar tanto, por fin logré devolverle el favor.
Durante varios días no pude ver a Marta. Aquella época no era la de hoy, dónde con el móvil tienes la posibilidad de hablar con cualquiera en cualquier momento. Yo no tenía ni móvil, y ella tampoco. No conocía el teléfono de su casa y la única posibilidad de hablar con ella era cara a cara en clase.
Tras la Cremá de la falla, contada en el anterior relato, tanto mi novia como sus amigas se fueron juntas, ya que vivían cerca unas de otras, y yo me fui por mi lado hasta mi casa, que se encontraba en otr...