Weekend en Londres

Dos amigas viajamos a Londres y el viaje es una experiencia de lujuria y desenfreno

Cuando un deseo se hace realidad hay que aceptarlo con naturalidad y eso es lo que sucedió en  la historia que a continuación relataré

Soy Marta, tengo cuarenta y cuatro años, casada y madre de Carlos, de veinticuatro  que trabaja en un hospital de una localidad cercana a Londres, mi marido es diez años mayor que yo y formamos una pareja feliz que jamás ha vivido momentos difíciles en nuestra relación, ambos somos funcionarios del estado y residimos en Madrid.

Sara es mi mejor amiga, tiene trein...

De modelo a reina y madre.

Como una española intenta abrirse paso en el mundo de la moda y de la mano de su primo pequeño consigue hacerse una celebridad.

Me baje del avión un poco nervioso.  Iba a pasar un año en Paris aprendiendo francés una vez acabada mi carrera universitaria.

En principio iba a quedarme en una residencia de estudiantes, pero cuando me las prometía muy feliz con mi año sabático me llegó la desagradable noticia que mi tía Lola había propuesto que me quedase en casa de mi prima Lolita que vivía en la ciudad de la luz intentando hacerse un nombre en el mundo de la moda.  Protesté todo lo que pude, pero nadie me hizo caso.  Casi se me c...

Mi prima preñada y su dinero, mis afrodisíacos

Descubrir que mi prima está embarazada y que ambos somos herederos de una fortuna, reavivan mi alicaído libido. Con 42 años, las mujeres habían pasado a un segundo plano hasta que me enfrenté a ese cuerpo germinado. Los pechos, el culo de Ana y el dinero se convirtieron en mis mejores afrodisíacos.

Mi prima preñada y su dinero, mis mejores afrodisiacos.

Como a muchos hombres de mi generación, el estrés continuado durante años producto del trabajo me había llevado a una inapetencia sexual. Aunque sea duro reconocerlo, no me considero un bicho raro al confesaros que, con cuarenta y dos años, las mujeres habían pasado a segundo plano en mi vida. Sin ser un eunuco, ya no eran mi prioridad y prefería una buena comilona con un grupo de amigos tras un partido de futbol a un revolcón con la putita d...

La Elección Correcta

Hay decisiones que nunca son fáciles de tomar.

La elección correcta

A na era sorda desde los dos años de edad pero había aprendido a leer los labios, comunicarse mediante lenguaje de signos e incluso a hablar medianamente bien a pesar de no escucharse a sí misma.

Era una preciosa joven de ojos verdes con una melena castaña con tendencia a rizarse. Su fino rostro de facciones atractivas resplandecía con la luz propia de la adolescencia, aunque sus sensuales labios carnosos le hacían parecer más adulta de lo que realmente era. Las líne...

En un mundo salvaje

Un matrimonio con un hijo de cuatro años, por azares de la mar, arriba a una isla desierta, deshabitada. Los años pasan, y el niño llega a ser hombre.

EN UN MUNDO SALVAJE

Estamos hacia el Anno Dómini de mil quinientos veinte y tantos, en una isla del Atlántico Sur, más allá del Ecuador, cerca del Trópico de Capricornio. La isla, más desconectada del mundo no puede estar, pues, para empezar, cuando el buen Dios hizo el Mundo, se le olvidó poner allí ser humano alguno, y, para arreglarlo, la colocó a miles y miles de kilómetros de cualquier otro lugar habitado de la tierra.

En el momento que esta historia comienza, la isla está habitada p...

La culpa fue del concierto 2ª parte

Es el momento de que se culmine lo que se empieza

Desde aquellos dos días andaba como una perra en celo no me saciaba con nada. Cuando estaba sola en casa me desnudaba por completo me metía en la bañera y me masturbada seguido. Ya no se el tiempo que estaba en la bañera pero  no paraba de darle a la mano.

También, me ponía encima de la cama y empezaba con un dedo, después con dos ya al final ya no me llegaba. En mi cajón cogía el vibrador que tenia para jugar con mi marido, le untaba bien de crema y me lo metía tantas veces como podía, Le metía al má...

Mi madre y yo violamos a mi prima

Yo follaba a mi prima con el pepino en el coño y mi madre con los dedos en su culo… que retiró para poner el consolador en su lugar

Antes que todo recomiendo leer mis antiguos relatos de mi madre y mi prima, así entenderán un poco más.

Explico un poco detalles de nuevo. Yo a mis 22 años, mido 1,62, con ojos verdosos. Es decir una española morena, bronceadita de piel. Llevaba 3 años manteniendo relaciones con mi madre, ella era una mujer de 39 años, de mi misma altura, con ojos azul grisáceo y morena. La típica madre que ves y jamás dirías que puede ser madre, antes parece mi hermana. Una mujer que a mi edad era modelo, con un buen...

Familia Perfecta Parte V (Final)

A veces solo hace falta dejarse llevar para hacerse entender y que las pieza encajen.

Familia Perfecta

Parte V

D esperté lenta y pesadamente como si las horas de sueño no hubiesen surtido efecto. Al entreabrir los ojos observé a mi hermana dormida frente a mí y cuya naricilla apenas rozaba a la mía. Su respiración era lenta y rítmica. Su aliento, como de costumbre, olía a regaliz y rozaba mi barbilla y mi cuello como si se tratase de una pluma intentando provocarme cosquillas, que, poco a poco, descendía por mi cuerpo desnudo perdiéndose bajo la oscuridad de las sábanas. Sen...

Amoral, Episodio 2: La tienda

Madre e hijo más allá de tabúes.

Amoral , Episodio 2

por Koyama, en 2015

Tras la comida, Raúl y su madre se dirigieron a la planta número tres en busca de un vestido. En la primera tienda en la que entraron, una dependienta se dirigió a ellos nada mas aparecer.

—Buenas tardes, ¿puedo ayudarles en algo? —habló la dependienta con una amplia sonrisa.

—Sí, verá—comenzó la madre de Raúl —estaba buscando un vestido de verano, de color blanco. ¿Tendrían algo así?

—Claro que sí, venga conmigo—respondió entonces...

Familia Perfecta Parte IV

No existen los caminos de rosas ni las elecciones fáciles. Asumir la realidad suele ser muy doloroso...

Familia Perfecta

Parte IV

U n buen rato después de salir de la ducha me dediqué a secar y cepillar a conciencia la melena de mi hermana, mientras ella trataba de hallarse en el espejo empañado que cubría más de media pared. Hacía rato que ya no lloraba. De hecho, se limitaba a estar allí de pie con los brazos cruzados sobre el pecho, sujetándose el Albornoz de nuestro padre que le quedaba enorme. Apenas parpadeaba.

  • Cielo... Ya he terminado - No contestó.

Me puse frente a ella...