Descubriendo a mi nueva madre 6

Por momentos descubría más cosas de mi madre, no sólo hacía el amor conmigo, además le gustaba compartirme con las demás mujeres de la familia.

Descubriendo a mi nueva madre.

Cuando desperté por la mañana, mi abuela ya no estaba en la cama. Me toqué mi polla y tenía toda la parte genital pegajosa del sexo de la noche anterior. Sabía que mi abuela era muy caliente y nunca pensé que aquella mujer pudiera dar el sexo que me había dado. No fue un sexo pervertido en cuanto a lo que hicimos, si por nuestro parentesco, pero su vagina sabía cómo extraer el máximo placer de mi polla. Me levanté y necesitaba darme una ducha. Me puse los calzoncillos y...

Esas tímidas niñas

Nunca esperaba que esas niñitas tan tímidas fueran capaces de volverme loco

Ante todo pediros disculpas si la historia que empiezo a escribir hoy, no refleja con total exactitud lo que se inició hace ahora 15 años. La memoria tiende a olvidar los pequeños detalles, cuando se producen acontecimientos “extraordinarios” en el mismo entorno.

Tenía entonces 46 años y, si bien disfrutaba de un sexo “satisfactorio” con mi señora, no siempre se hacían realidad mis deseos y mucho menos mis “vicios o caprichos” (como los llamaba ella). Hasta el punto de que aún hoy sigue siendo (o eso...

BPN. Ana, mi cuñada (3). Allegro, ma non troppo

Todo es susceptible de complicarse, sobre todo si consigo al fin estar a solas con mi cuñada.

NOTA: Gracias por leerme, de corazón. Cualquier aportación, crítica o sugerencia será bienvenida y agradecida .

*

La excursión a Aínsa fue estupenda. Es un pueblo precioso, con un castillo y un casco histórico medieval muy interesante, a los pies de la sierra y con los Pirineos de fondo. Aunque Ana y yo intercambiábamos alguna mirada ocasional, la mayor parte de las veces ella me rehuía, pero con tanto tacto y delicadeza que nadie, fuera de nosotros dos, lo habría notado. Por su parte, Pablo...

Despertar Sexual -El Cubano-

Relato voyeur-filial // En un viaje a Cuba una mujer cambia su temperamento sexual bajo la atenta mirada de su hijo.

Mi nombre es Gustavo, vivo con mi madre, Mariana, una mujer deslumbrante de 38 años, su hermosa cabellera castaña (aunque a menudo la tiñe de rubio) es larga hasta pasando sus hombros con ondas no muy pronunciadas, sus ojos son color almendra, un rostro lindo de nariz recta y boca pequeña con labios finos, mide 1.65 mts, su cuerpo es el de una mujer normal, acorde a su edad, no es una modelo pero vuelve loco a cualquier hombre con sus formas, sus senos son grandes, redondos y turgentes, de talla 110 cms, su...

Descubriendo a mi nueva madre 5.

Tenía el amor y el sexo de mi madre ¿aceptaría compartir con más mujeres?

Descubriendo a mi nueva madre.

Me encontraba en medio de la cama, desnudo, de rodillas y con las manos atadas. Mi madre estaba de pie junto a la cama y mi abuela al otro lado, cada una sujetaba un extremo de la cuerda que apresaba mis manos. Las dos reían divertidas mientras agitaban sensualmente sus cuerpos, tocando sus sexos y sus senos. Yo estaba asustado con aquella escena.

De pronto aparecieron frente a la cama, como en un estrado, mi padre, mi abuelo y otros tantos familiares a los que no...

Zoe y Colette- Parte 1

Dos hermanas sin nada en común están a punto de ver como sus vidas cambian. Un súbito incidente sera el detonante para hacer que entre ellas afloren sentimientos y deseos que nunca imaginaron. Desde ahí, todo desembocará en un torbellino de pasión y amor inimaginables.

Colette era una chica a la que solo se podía denominar como preciosa. No había mejor calificativo para describirla.

El pelo rubio oscuro lo llevaba recogido en una larga trenza en forma de espiral que le llevaba una hora prepararlo. Su madre le insistía en que se lo cortase, pero a ella le daba pena por haberlo dejado crecer por tantos años. Sus ojos eran de un resplandeciente color azul claro. Mirarlos era como encontrarse con el mismísimo mar. A ello, se tenía que sumar un hermoso cuerpo delineado p...

De mi hijo, soy sus manos y algo más (2/8)

La madre sigue obsesionada en evitar por todos los medios que su hijo se deprima y se esfuerza en seguir ayudándolo en todas sus necesidades, lo cual como es natural le afecta emocionalmente cada vez más y más.

Para poder seguir el hilo del relato debe leerse el Capitulo I

Capitulo 2.- Mis manos siguen aliviando cada vez mejor a mi hijo, o sea, masturbándolo.

  • "¿Mamá… Mamá, despierta."

Lisa se despertó lentamente, parpadeando a la luz del brillante sol de la mañana… Levantó la vista y vio a Adam de pie junto a su cama.

- "Es hora de levantarte", le dijo su hijo.

  • "Buenos días, cariño", murmuró su madre, bostezando y estirando su cuerpo lánguidamente… Había dormido marav...

La puta de mi hijo 11

Conociendo a Julia

Capitulo 9 – Conociendo a Julia

Mi cuñada fue la primera en despertarse y me despertó a mí, dándome besitos cariñosos por toda la cara ¡Me encantan los mimos! Me quedé un ratito con los ojos cerrados para seguir disfrutando de los cariñitos de mi cuñada. Cuando abrí los ojos, la sonreí y la besé en la boca. Ella me introdujo su lengua en mi boca y lentamente nuestro beso se transformó en pura pasión. Mis manos recorrieron su cuerpo, incluido su sexo y mi cuñada me acariciaba de igual manera. Di un so...

Mi nuevo amigo, el tío que se folla a mi madre

El novio de mi madre comparte algunas intimidades conmigo al descubrir mis miedos, celos, y morbos reprimidos.

Hace unos días amanecí algo inquieto. Me dolía la cabeza, había sudado, tenía el pijama pegado a la piel, pero no estaba enfermo.

Había pasado casi toda la noche en vela, escuchando los ruidos que venían de la habitación de mi madre. Los golpeteos rítmicos del cabecero de su cama retumbaban contra la pared, su voz cuchicheada guarradas entre gemidos en secreto, sus jadeos entrecortados me hacían saber cuándo estaba disfrutando más… en la oscuridad de mi habitación me esforzada por no imaginarme lo que...

Descubriendo a mi nueva madre 4.

Cuando el amor se comparte puede haber problemas, pero si sólo se comparte el sexo...

Descubriendo a mi nueva madre.

Lo nuevo con un toque de perversión.

Aquella semana empecé a sentir que había vuelto a casa. Mi querida madre se levantaba todas las mañanas para ir a sus estudios. Yo le hacía el desayuno y la despedía. Volvía a la hora de comer y algunos días tenía que volver a la facultad. Era miércoles por la mañana, serían las diez más o menos cuando empecé a reír al darme cuenta que nuestros papeles habían cambiado, ahora yo hacía de “madre” y ella de ocupada “estudian...