Acosando a mi crédula abuela 3.

Mi terrible enfermedad necesita muchos cuidados, mi abuela se desvive por ayudarme.

Acosando a mi crédula abuela.

Aquella última noche mi abuela había pasado de darle placer a su nieto para que se aliviara de su supuesta enfermedad, a buscar el placer propio, se corrió como hacía tiempo frotando su maduro coño contra mi vigorosa polla. Se marchó de mi cama cuando se recuperó del cansancio de su orgasmo y dormí como nunca lo había conseguido.

Durante la semana quise calentarla, no podía hacer que todos los días disfrutará de tener un orgasmo o se aburriría y ya no querría da...

La puta de mi hijo 12

Cenando con Julia

Capítulo 10

Cenando con Julia

Me desperté con la sensación de que algo me aplastaba. Cuando abrí los ojos supe por qué. Mi hijo estaba dormido encima de mí y yo ¡Tenía los pechos por fuera de la camiseta! Además, a medida que me despertaba, fui consciente de más cosas. Que ya había oscurecido. Qué mi cuñada no estaba. Y que dentro de mi vagina, tenía la polla flácida de mi hijo. Eso fue lo que más me gustó. No sé cuánto tiempo estuve dormida pero ¿se puede dormir y no darse cuenta de que t...

Acosando a mi crédula abuela 2.

Mi abuela sigue preocupada por mi terrible enfermedad, necesito su ayuda.

Acosando a mi crédula abuela.

Me desperté el domingo por la mañana con una alegría especial. El día anterior, mi abuela me había hecho una paja para que no sufriera las dolorosas erecciones que me producía mi terrible enfermedad de la Viagra. Aún no me podía creer que se hubiera tragado tantas mentiras. Por la noche me hice dos pajas más pensando en sus hermosas tetas que se movían al ritmo que marcaba su mano sobre mi polla. Correrme sobre ella me volvió loco y mientras tenía estos pensamientos,...

Viaje de un jubilado a La Argentina (36)

Me hacía falta despejarme la mente y el mejor remedio que se me ocurrió fue hacer turismo y ver sitios donde hacía tiempo que quería ir y no me decepcionó, pero hay muchas cosas para ver, tendré que volver otro día.

Este relato no sería posible sin la estimable colaboración de mi amigo Guilleos, un porteño auténtico.

Fuimos caminando hacia casa, no íbamos hablando porque ninguno de los dos tenía muy buen recuerdo de la tarde pasada, cada uno por motivos varios no acabábamos de estar satisfechos, de pronto pasó un coche por nuestro lado, nos pitó dos veces y una mujer asomándose por la ventanilla nos gritó.

  • Adiós chicos, hasta pronto.

Creímos que nos había confundido por otra persona y no le...

Probando el sexo con su tia II.

Su tía hace de guía y padrina de un primer polvo.

Después de aquel primer encuentro, vinieron una serie de encuentros similares en las semanas posteriores.

Su tía, por alguna razón, decía que lo estaba entrenando, pues aguantaba muy poco.  Así, se sucedieron una serie continua de encuentros, donde ella jugaba con aquella polla joven, lo torturaba y lo hacia sufrir retrasando sus orgasmos.

En ninguna de las ocasiones, le dejo hacer nada, ni tocarle, ni besarle. Siempre era ella, que o bien con la mano, o con la boca, le provocaba placer a él, de dif...

BPN. Ana, mi cuñada (y 5). Puntos suspensivos.

Concluye la historia con mi cuñada.

Agua caliente, jabón y un cuerpo que acariciar. ¿Puede haber algo mejor?

Enjaboné el pelo de Irene con un champú perfumado, enredando mis dedos en sus cortos mechones rubios, mientras ella expresaba su aprobación con algo semejante a un ronroneo. Estaba pegada de espaldas a mi, su piel húmeda contra mi piel, y notaba cada pulgada de su cuerpo ardiente y carnoso. Vertí gel de avena en mis manos, y con concienzuda delectación fui frotando sus hombros, sus brazos, sus costados, su vientre y sus pechos, r...

Mi madre, el negro y los celos de mi padre

Aquella noche la visita de mi amigo negro provocó un torrente de polvos a mi madre y unos celos enfermizos a mi padre.

(CONTINUACIÓN DE “MI MADRE, MI AMIGO Y LA EXCUSA DEL PARTIDO”)

En la vivienda donde vivía Juan con su familia se levantaron a la hora habitual de un día laborable. Aunque su padre había llegado muy tarde del trabajo la noche anterior, tenía que volver a incorporarse al mismo a la hora de siempre. Juan, por su parte, tenía que volver a la Universidad donde tenía clase. Rosa, su madre, era ama de casa y, aunque no tenía que salir a trabajar, acostumbraba a levantarse con ellos para ponerles el desayuno....

Acosando a mi crédula abuela.

Cuando se tiene problemas de erección, pero no que no se levante, sino que todo el día esté levantada, nada como una buena abuela para ayudarte...

Acosando a mi crédula abuela.

Me llamo Luis y he de reconocer que soy un pervertido. No sé si será una enfermedad o qué me pasa, pero me paso todo el día pensando en el sexo con las mujeres. Llevo así desde  cuando me hice mi primera paja mirando unas bragas de mi madre que había dejado en el baño. Fue algo raro y muy placentero. Llegué a orinar y mientras agarraba mi polla apuntando al inodoro, vi las bragas en el bidé. Mientras caía el chorro y miraba aquella íntima prenda, me imaginaba que aque...

Mañana loca con mi primita Tere

Encuentro casual con mi prima Tere, que había crecido hasta los diecinueve añitos, y final feliz en mi nuevo piso con estupendas folladas en el coño y en el culo. Ella terminó cabreada conmigo e insultándome de mala manera. Cosas que pasan hasta en las familias mejor avenidas...

Mi prima Tere entró en la cafetería mirando a un lado y a otro como si buscara a alguien. Recorrió con la vista todo el local y, aunque me vio, se hizo la sueca para no tener que saludarme. Un minuto después cambió de opinión y se presentó por sorpresa en mi mesa.

—Hola Berto, ¿puedo hacerte compañía?

Hacía tiempo que no la veía. Estaba tiposa, ni gorda ni flaca, y había crecido hasta los diecinueve añitos. Llevaba un look de tribu urbana: tonos negros u oscuros de arriba abajo, pantalón pitill...

Esas tímidas niñas III

La noche se hizo muy larga y llevaba camino de ser la mejor noche de mi vida

Esas tímidas niñas III

Subí a mi habitación como en una nube después de haberla visto subir a ella primero.

Ya no la veía como  hacía algo más de media hora, vaya tipo, vaya curvas y vaya forma de subir la escalera balanceando su perfecto trasero. Parecía que desfilara por una pasarela de modelo, de hecho, seguro que lo estaba haciendo para mi solito y mi polla iba tomando forma. Ella me saludo desde arriba con un beso lanzado con su mano, después de pasarla por su rajita.

Caí entonces...