Mi sobrina Ana
Mi sobrina Ana se tuvo que instalar en mi casa por obligación pero fue el comienzo de algo increíble.
Vaya marrón que me ha caído encima….
Este fue mi primer pensamiento cuando mi mujer me pidió que la escuchara con calma y que no la interrumpiera hasta que terminara de hablar. Como me conocía de sobra no dudo en esperar al momento idóneo, sábado noche, durante la retrasmisión del partido del Madrid contra un rival muy fácil de ganar como estaba ocurriendo con exagerada superioridad, lo cual, me tenía relajado y de buen humor. Preparó una cena con todos los detalles estudiados al milímetro, su insup...