Apocalipsis XI
Javier sigue divirtiéndose con sus mujeres
Al día siguiente, Javier dormía plácidamente cuando su madre y su abuela entraron a despertarlo. Lo hablaron la noche de antes, querían despertar a Javier con sexo. Fueron desnudas y sigilosas a su cama. Se acercaron a él y lo miraron dormir, con ternura. Con sigilo comenzaron a colocarse cada una a un lado de él. De manera sensual y muy despacio fueron besando la cara, las orejas, la boca, el cuello y el pecho de Javier, haciéndole despertar poco a poco.
Cinthia: Vamos, mi amor, despierta, recibe los...