A mi hermana le gustan los videojuegos – 8

Las cosas se complican cada vez más en casa. Más y mejor sexo para nuestro adolescente con las calientes mujeres de su familia.

A MI HERMANA LE GUSTAN LOS VIDEOJUEGOS – 8

Para un fácil seguimiento del hilo de la historia, os recomiendo leer las anteriores entregas publicadas de “A mi hermana le gustan los videojuegos”. Agradeceré vuestros comentarios y valoraciones.

Muchas gracias por leer lo que escribo.

Después de aquel baño reparador, nos acercamos hasta donde se encontraba el resto del grupo. Tenía curiosidad por ver cual sería el recibimiento después de lo que les hubiese contado Raquel pero, tal y como...

Compartiendo piso de estudiante con mis primas 19

Nos despiertan para avisarnos de que el confinamiento se ha levantado parcialmente. Después de una ducha con Nancy cogemos el autobús para el pueblo. En el trayecto una abuela me hace una mamada de escándalo. El reencuentro con Cristina, su madre Clara y su amiga Sonia es fantástico. Divertíos.

( Ya sabéis que para disfrutar esta serie de relatos es muy conveniente, ya diría yo  que imprescindible, leer los capítulos anteriores, al menos los primeros para conocer a los personajes. Mis mejores deseos de que lo disfrutéis y gracias por vuestros comentarios, valoraciones e ideas.)

Me despertó, como a todos los que dormíamos en el piso, una auténtica sinfonía de timbres de móviles. En nuestra habitación sonaron casi a la misma vez el de mi abuelo, el de mi prima Julia y el mío. Salté de la li...

La Familia White (01)

Comienzan las aventuras de la familia White, una familia de granja para quienes los lazos familiares van mucho más allá de los abrazos y las cenas. Y todo empieza con Arthur y su hermana gemela Ariadna, mientras miran una peli de sus padres...

Capítulo 1: Curiosidad de gemelos

—Y… ¿crees que ocurra? —preguntó Alexander White, mientras entraba y salía del coño empapado, jugoso y delicioso de su esposa, que lo montaba, bajo el abierto cielo nocturno, ocultos detrás de un callejón en la estación de policía del pueblo, sobre la abundante hierba.

*—Ufff, eso espero. Para eso los dejamos solos, ¿no? Ahh, ahhh, qué bien lo haces querido. Y tú, trae esas para acá —le ordenó la esposa, Charlotte Black, a la otra mujer que estaba allí, completa...

Mi Prima Valeria (V)

Después de besar a mi primita.

Todo el resto de la noche estuvimos intercambiando miradas cómplices. Me moría de ganas por estar a solas con ella y poder retomar donde lo dejamos. Ni siquiera estaba del todo seguro qué era lo que seguía, pero necesitaba saberlo.

Desgraciadamente eso no fue posible. Todo el resto de la noche nuestros primos estuvieron con nosotros en todo momento.

-        Voy a buscar algo más para tomar – dije en un momento dado, mirando a Valeria, para hacerle entender que la esperaba adentro.

-      ...

De crucero con mi suegro

Mi suegro viudo estaba deprimido y mi esposo preocupado por su papá me propone acostarme con mi suegro para animarlo y decidimos regalarle de cumpleaños un crucero con su suegra para reanimarlo

Mi esposo me habla por teléfono y me dice que su papá estaba en el hospital porque se había caído y si podía ir a acompañarlo al hospital, llego y me encuentro a mi esposo en la sala de espera y le pregunto por mi suegro y me dice que se había caído de las escaleras y se había fracturado la muñeca pero como ya tenía una fractura en la clavícula por un accidente anterior va a tener inmovilizada la mano.

Me dice mi esposo que está preocupado por su papá ya que es una persona de 70 años y se ve cansado p...

La Escritora (7)

—¿Y por qué cuando me subo en la escalera me miras las bragas?...

7

Me pongo el mío y una camiseta y bajo las escaleras para esperarla en el salón, finalmente ella baja muy sonriente y para mi sorpresa con el bañador puesto.

—¿Bueno nos vamos? —dice como si tal cosa.

En el camino no hablamos mucho, mantenemos un tenso silencio mientras caminamos.

Al llegar a la apacible persa natural del río, un suave viento de poniente alivia los calores de esta tórrida tarde de verano. No tardamos ni cinco segundos en estar chapoteando en el agua, y una vez den...

Elogio del incesto

Una madre que inicia a su hijo en el sexo, es la mejor madre.

Elogio del incesto

La adoro;  la adoraré siempre.   A ella, a mi madre, la mujer por excelencia, la mujer excepcional, la más amorosa y la más sensual. Ninguna otra podrá ocupar su lugar.  A su lado la felicidad total existe.

Ella se quedó embarazada de  mí, su único hijo,  cuando aún no había cumplido los dieciocho. Me ha repetido miles de veces que no estaba previsto, pero que en ningún momento le supuso un grave problema; podía haber abortado,  pero eligió tener a su hijo.  Igualmente me rep...

Mis aventuras en el País Vasco 1

Cómo un cambio de trabajo me arregló la vida sexual (Madre/Hijo)

Hace dos meses me mudé a una ciudad del País Vasco por temas de trabajo, suponía un ascenso y mejores condiciones económicas.

El caso es que mi bloque era tranquilo y dado el aumento de sueldo, y que la situación de la empresa donde iba a trabajar me permitía ir a pie, pude alquilar un piso para mí, sin necesidad de compartirlo. Sólo había familias de padres mayores con hijos a punto de abandonar el "nido", o incluso de parejas ya de la tercera edad.

Eso hizo que me fijara en una chica, de unos vei...

Rico sexo oral

Era virgen todavía cuando mi tío abuelo me dió el mejor sexo oral

Desde pequeña me han pasado varias cosas que me han llevado a ser la zorrita que soy ahora.

Aprendí que los hombres no me quitaban nada al darse placer conmigo y terminé sintiéndome halagada cuando alguien me desea y busca satisfacer sus deseos conmigo.

Quienes me han hecho tener alguna experiencia siempre me dijeron que no me harían daño y nunca lo hicieron, al contrario a mi me ha encantado ser usada y lo he disfrutado.

Cuando recién tenía 18 años iba a cuidar a mi abuela a su casa, ya q...

Nandi invita a Mónica

Antes de contestar se abalanzó sobre mí, repitiendo el movimiento que me había visto hacer. Sus pequeñas manos eran ágiles y muy viciosas en su torpeza, pues me masturbaba usándolas a la par o bien acariciándome los testículos con una, mientras la otra le daba al badajo.

Muy frecuentemente, al menos dos veces al año, solíamos pasar algunas temporadas con mis tíos y mis primas, bien recibiéndolos en casa o bien yendo a la suya, alternando la Semana Santa allí y el verano aquí. Entre mis hermanos y mis primas éramos dos varones y cuatro hembras repartidos en cinco años de diferencia, así que los jóvenes formábamos un grupo compacto y con muy buen rollo entre nosotros. Mi prima mayor tenía mi edad, y éramos uña y carne en nuestras correrías vacacionales. Nandi era divertida, b...