Días de sexo, crueldad y miseria
Un hombre afortunado
UN HOMBRE AFORTUNADO
Año 1960
Mi abuelo José siempre cuenta, a quien aguante escuchar, que es un hombre afortunado, la vida mayormente lo ha tratado bien. Si bien tiene una polla pequeña y de descarga veloz, del resto no se puede quejar. Delgado, fibroso y buen bailarín, desde joven tuvo éxito con las damas. Claro que las de antes, no eran como las de ahora que muestran las rodillas y algo más si se descuidan, antes, ni mostrar los tobillos. Pero en los bailes les pegaba cada achuchones, que...