Toco a mi puerta
Abrio mis piernas al maximo, acomodo la gruesa cabeza de su verga entre mis labios vaginales y comenzo a empujar.
Jamás me hubiese imaginado que me encontraría frente a un monitor escribiendo esto. Sinceramente me cuesta mucho hablar de mis sentimientos, y mucho más aún de mis intimidades sexuales. Dicho eso, y habiendo dado con este sitio, pensé en contar lo que me sucedió para tratar de sacar desde lo más profundo de mi ser la pesadilla que significa para mi no animarme a contarlo. Me llamo Alejandra, y estoy felizmente casada con Román. Somos un matrimonio joven de 30 y 35 años, Argentinos nativos, sin hijos,...