Mi culo ya no es virgen
-¿Que mierda haces cabrón...? Mi pregunto quedó inconclusa cuando sentí la punta de su glande presionándose en la entrada de mi ano, haciendo fuerza para entrar, pero mi culito aún virgen no se lo permitía y comenzaba a sentir el dolor.
-Dame duro cabrón-Gritaba yo una y otra vez-Revientambe cabrón! Parteme en dos...
Estaba a cuatro patas sobre el piso, con Jorge arrodillado detrás de mi metiendo duramente su verga grande como un pepino por mi cuevita.
Lo sentía moverse rápida y fuertemente, pero seguía sin ser suficiente para mi, necesitaba algo más, quería más para poder alcanzar la cima una vez más. Llevabamos toda la tarde en esto, cerca de tres horas y todavía quería más, ya había perdido la cuenta de cuantos orgasmos habí...