Renacer. Parte 1
Un día, cuando iba de camino a casa, de vuelta del trabajo, me llegó un mensaje suyo que hizo que todas mis frustraciones se fueran de momento: "estoy en Madrid, dónde vives? quiero verte". Le di inmediatamente mi dirección, iba a acostarme con él aquella noche.
Era una tarde de abril cuando llegó su mensaje. Hacía años que había cambiado de teléfono, por lo que había perdido su contacto, y no sabía quién era. En la pantalla de mi iPhone se leía "hola lucía, cómo estás? hace mucho que no hablamos". Cortamos hacía ya seis años por una infidelidad de su parte, y no había vuelto a saber nada de él, por lo que, cuando me reveló su identidad, me pareció muy extraño. Aún así, no pude evitar seguir contestando a sus mensajes; no porque convervara ningún sentimiento románt...