Tú nombre

Fantasía erótica con una amante que aún no me ha dicho su nombre, solo su apodo, sacado de foros y de sus cuentas de instagram.

Y poco me importará conocer tu nombre, si impera mi lengua sobre tus muslos y tú liso vientre. Y que más me dará el cómo te llames si por tu boca solo salen gemidos.

Me pedirás que cuente, tras tus altas botas de tacón, los besos que te doy por la piel. ¿Tanto te gusta someterme? ¿O es solo que ansias mis besos?

El fundirme entre tus piernas, el sentir como te derrites en mi boca. Tus gritos, tus órdenes, tus insultos. Yo como buen sirviente, deseando complacerte y apagar tu fuego. Mirarte a...

Cita con Laura

Me llama una amiga pidiéndome que me prostituya para ella.

Introducción: el inicio del juego.

Era una calurosa tarde de junio cuando recibí una llamada de una amiga con la que ya había habido bastante tensión. Pero no fue una conversación cualquiera. Mi amiga, llamada Laura, y yo teníamos desde hace tiempo una fantasía en común (llamadnos raros, estáis en vuestro derecho, pero sois vosotros quienes estáis aquí leyendo), el “jugar” a la prostitución. Sí, al más puro estilo “La que se avecina”, queríamos fingir, un día uno y otro día el otro, el que éramos un...

Carta a tu sexualidad

Te muestro en esta declaración de intenciones lo que quiero hacerte, resumido para no hacerte hervir antes de tiempo.

Da igual a la hora que leas esto, el día que lo leas, el mensaje no cambiará. Ansío tu piel como un preso la libertad, ansío agarrarte del cuello, pegarte a la pared del portal y besarte como lo he hecho tantas veces. Desearía poder bajar los besos a tu delicado cuello tras oler tus ganas en cada jadeo. Entre cada caricia de mis labios, mordería los tuyos. Dejaría marcas rojizas de mi camino descendente, por tu clavícula, por tus pechos, hasta tu vientre. Dejaría un rastro de saliva en espiral hasta tu ombl...

Yuko, una noche en el pub.

Después de muchos años, me encuentro a una vieja amiga de clase en un pub y tras unos cubatas, acabo en el baño siendo sometido por ella.

Nos terminamos el improvisado cubata entre risas y miradas cómplices, cada vez más cerca el uno del otro. Pedí otro. A mi el vodka apenas me afectaba, pero ví que a Yuko se le subía bastante rápido. Era mi oportunidad, si tenía que esperar a tenerla bien pedo para cumplir mi fantasía de adolescente, lo haría. Había soñado muchas noches con este momento.

Varios minutos más tarde ella se lanzó. Unos besos tontos, torpes, con el sabor dulce del vodka. Unas caricias atrevidas, fundiendo nuestras pieles en...