Una semana con una diosa
Un trabajo puede ser la mejor excusa para pasarla de maravilla.
Un día estaba en mi casa como a las 10 de la noche viendo mucha pornografía en internet, por lo tanto estaba sumamente mojada y sóla...
La noche se me hacía larga estaba tan excitada y deseosa por tener a un hombre que habría hecho lo posible por salir a las 3 de la mañana a follar con el velador de la tienda de enfrente. Desde hacía varios meses había estado espiando a mi vecino por las ventanas de mi cuarto, cada que lavaba su coche se le escurrían las gotas de sudor por la frente, sus brazos a...