¡Dame por el culo, marica!
Katrina se hallaba en el templo pero su mente no estaba con ella. Recordaba lo pasado la noche anterior y no podía evitar una leve sonrisa. Había ocurrido lo que tarde o temprano tenía que pasar, que el flamante novio mulato de su madre había visitado su trasero. Lo más natural del mundo
El cuerpo de Katrina se hallaba en el templo pero su mente no estaba con ella. Recordaba lo pasado la noche anterior y no podía evitar una leve sonrisa. Tampoco era para darle mayor importancia. Había ocurrido lo que tarde o temprano tenía que pasar, que el flamante novio mulato de su madre había visitado su trasero. Lo más natural del mundo.
La tarde en casa de Walter había transcurrido un poco tensa. Tenía que reconocer que no le caía bien el musculoso cubano de apenas diez años mayor que ella que...