La revelación de la cazada cazadora

El novio guaperas de Rocío intenta un juego nuevo. En seguida se arrepiente de su idea. O no...

La última vez que dejó que un hombre tomara el control fue hace varios años, ya. ¿Había sido para descubrir algo sobre sí misma o sobre los hombres? ¿Quizás para encontrar algún vértigo nuevo, inexplorado?

Nunca lo supo.

Lo que le quedó claro fue que dejarse llevar por impulsos e intuiciones no siempre le deparaba un goce feroz, imprescindible.

—Te voy a tratar como una puta —le había susurrado al oído, mientras la follaba rítmicamente, aquel novio guaperas y de sueño fácil.

Después...

A punto de perder el control

Un fontanero acude al domicilio de Rocío. Su fealdad aviva el odio y el deseo.

Una oleada de asco la puso sobre aviso. ¿Cuánto duraría el encuentro? Quizás una hora, quizás más, pero no podía durar para siempre, ser definitivo. El rostro que inspeccionaba a través de la mirilla no podía ser más perfecto: enormes ojos azules estrábicos y casi sin pestañas; un corte de pelo espantoso, ya crecido y, por supuesto, qué duda podía haber, pésimamente peinado.

Debía andarse con cuidado.

No dejarse llevar.

Abrió la puerta para que entrara el fontanero del seguro.

El fon...

Tristemente humillado por mi jefa

A la oficina acaba de llegar una jefa nueva. Es imposible quitarle la vista de encima. Aunque sería lo más prudente

En estos últimos meses me pilló observándola varias veces. Nunca hubo sorpresa en su rostro, ni siquiera incomodidad. Yo podía detectar algo así como una promesa y, sobre todo, mucho desdén, cuando esto pasaba.

Salvo cuando me quedaba enganchado de sus ojos negros, no podía mantener su mirada ni un instante. Cuando sí lo hacía era gracias al vértigo que me sacaba de mí mismo, que me acorralaba ante su rostro moreno pero de ángulos clásicos.

El resto del tiempo no había desdén ni, casi, invitació...