Soy la mucama de la hija de mi esposa (II)

El sumiso marido está cada vez más entregado a los caprichos de su hijastra y sus amiguitas.

"Mi vida no puede ser peor, ahora además de colmar las expectativas de mi exigente esposa tengo que ser la criada de su hija, una adolescente caprichosa y sádica" me decía mientras lavaba la ropa interior de las dos, a mano, como ellas querían.

Mi hijastra estaba por llegar de la escuela y yo tenía que tener todo listo para cuando ella arribara, si no se enojaría y los castigos del día serían peores. Ella había tomado por costumbre invitar a sus compañeritas todos los días para compartir a su esclavo,...