Las clases con Marta (2)
Continuación de la clase particular con Marta, su culo quedó a mi merced.
Mordí uno de sus glúteos mientras mis manos los amasaban. Era un culo increíble, no me cabía duda que si algo podría ser popular era por esas maravillosas posaderas. Su piel lisa y tersa se fundía con mis labios, que no querían dejar ni un solo rincón sin babear. Agarré sus "mofletes" y los separé para contemplar con más detenimiento su coño empapado y su agujerito negro. Me acerqué para embriagarme con su olor y empecé a pasar mi lengua lentamente, desde el clítoris hasta el culo. Así pude saborearla...