El sueño puesto

Al ponernos la ropa por la mañana, debemos quitarnos otras cosas.

EL SUEÑO PUESTO

Se levantó, se aseó, se vistió y salió a la calle. Pero se había dejado el sueño puesto. Y era un sueño erótico.

Fuese por donde fuese, mirara donde mirase, veía mujeres desnudas. Cuando llegó a las puertas de su oficina, decidió volver a casa. Sólo de pensar que tendría que ver a su jefa en ese estado...

Fugaz

Elucubración romántica

FUGAZ

Se conocieron por Internet. Mientras iban en el taxi hacia el motel, ella le dijo que solo buscaba sexo, no enamorarse.

Después de ese día, él intentó volver a ponerse en contacto con ella pero fue imposible. Le dolió la indiferencia porque se había enamorado.

No sabía que ella no contestaba por la misma razón....

Después del funeral

Edipo rey...

DESPUÉS DEL FUNERAL

Realmente, comparado con otros burdeles a los que había acudido, la oferta allí era más bien pobre. Sin embargo, para él, que no buscaba mujeres que tuviesen unas grapas a la altura del ombligo, no le resultó desagradable encontrarse con un panorama de pechos caídos, carnes flácidas y estrías. Al contrario, pues eso era lo que iba buscando.

Fueron cinco las mujeres que pasaron por separado frente a él. Ninguna de ellas era una maravilla. Dudó bastante, pero al final se d...

Una mentirijilla de nada

No sé si, en su brevedad, será un tanto intrincado...

UNA MENTIRIJILLA DE NADA

Ella tenía 15 años. Él, cuarenta y dos. Estaban desnudos en la cama.

  • ¿No me va a doler?

  • Apenas un poquito.

Ya estaba acostumbrado a esa pregunta. Y siempre había dado la misma respuesta. Era doctor....

Nicolás y el violador

Esa vida tan extraña de Nicolás Saltante...

NICOLÁS Y EL VIOLADOR

Cuando Nicolás Saltante leyó de una revista de amplia circulación que un homónimo suyo había sido identificado – pero no atrapado - como el violador que atemorizaba a un barrio de la ciudad, su imaginación comenzó a volar. El individuo en cuestión era un degenerado que no dejaba títere con cabeza, abusando tanto de adolescentes como de ancianas; de jovencitas recatadas como de nínfulas impúdicas; de amas de casa formales como de maduritas descocadas, ambas de buen y mal ver...

Nicolás y las sincronías

Ojo a esto de las sincronías, que existen...

NICOLÁS Y LAS SINCRONÍAS

Nicolás pensó en llamar a una de sus pocas amantes antiguas y proponerle tener sexo en ese momento. Terminó masturbándose. Al mismo tiempo, esa antigua amante había pasado tres horas buscando el número de teléfono de Nicolás hasta que se dio por vencida y, en aquellos momentos, se masturbaba pensando en él....

Nicolás y los taxistas

Ay, Nicolás, que vida...

NICOLÁS Y LOS TAXISTAS

Nicolás fue en taxi hasta su casa con una mujer que había conocido esa noche en un bar de alterne. Al llegar, el taxista pidió un precio exagerado por la carrera y Nicolás, enfurecido, salió del auto sin pagar, dispuesto a buscar un policía. En ese momento, el taxista arrancó y se alejó a toda velocidad con la mujer dentro.

Nicolás estuvo esperando en la puerta de su casa a que regresase la mujer. De vez en cuando, sigue asomándose a la ventana con la esperanza de ve...

Nicolás y la fotografía

Creo que ya va tomando forma el personaje...

NICOLÁS Y LA FOTOGRAFÍA

Nicolás Saltante contrató a una prostituta para tomarle fotos desnuda. Fueron a su casa y, mientras ella se desnudaba, él descubrió que la cámara no tenía carrete. Ella se estaba quitando la blusa cuando él bajó a comprar un carrete. Cuando ya lo hubo y colocado y ella se estaba quitando la falda, descubrió que no tenía pilas para el flash y volvió a bajar para comprarlas. Cuando entró en la habitación, ella estaba completamente desnuda frente a él y de entre las piernas...

Nicolás y la sonrisa vertical

Lo que pasó cuando nuestro personaje quiso participar en el premio ya desaparecido

NICOLÁS Y "LA SONRISA VERTICAL"

Nicolás Saltante decidió participar en el concurso de "La sonrisa vertical" con la autobiografía que escribió durante el corto periodo en que sufrió delirio literario.

Recibió un corto comunicado en el que le agradecían su participación y explicaban que su obra había sido rechazada porque para ser una autobiografía, era demasiado ficticia, y para ser ficción, era demasiado realista.

Al año siguiente lo volvió a intentar, pero el concurso ya no existía....

De fantasías (y I)

Espero poder realizar una serie de fantasías sobre personas teniendo fantasías...

DE FANTASÍAS (y I)

De vez en cuando, a Sonia le daba la manía de salir a la calle tan sólo vestida con un largo abrigo de cuero y unos zapatos de tacón. Entonces, dejaba que un anciano vislumbrase un seno entreabriendo el abrigo, o se sentaba abierta de piernas frente a un adolescente hasta que este no sabía hacia donde mirar para no mirar, o ponía nervioso a un circunspecto padre de familia delante del que, mientras su esposa observaba un escaparate, se abría ligeramente el abrigo. Luego, cuand...