Quiero que te corras en las tetas de mi mujer

Un hombre tiene la fantasía de que un desconocido se corra en las tetas de su mujer mientras él mira. Esta termina siendo también la fantasía de su mujer.

“Quiero que te corras en las tetas de mi mujer”, así dice el anuncio que han colgado en una página de citas de internet. En las condiciones se indica que el candidato se limitará a magrear las tetas de la Mujer y que se tendrá que correr en ellas mientras el Marido contempla la escena. También se pide foto de cuerpo entero y del miembro del candidato. Por supuesto se exige máxima discreción, la Mujer lo merece.

Con estas condiciones van llegando los correos que la pareja examina juntos, descartando mu...

Viejos Amigos

Dos amigos encuentran su momento después de mucho tiempo. El amor es como montar en bicicleta, nunca se olvida.

Juan. Joder tía, a ver cuándo quedamos que hace mucho que no nos vemos.

María. Tienes razón, pero tenemos que quedar como antes, echar la tarde, aunque esto es cada vez más difícil con los críos.

J. Ya te digo, con los niños y la mujer no me deslío, no tengo tiempo para nada.

M. Te llamo un día de estos y buscamos una fecha. Eh! hay que cumplir, el día que quedemos quedamos, no vale luego echarse atrás.

J. De acuerdo, así lo hacemos, pero hablamos la semana que viene que luego lo dej...

El Sitio de Mi Recreo

Cada uno tenemos un lugar donde nos encontramos con nosotros mismos, el mio está entre tus piernas. Mi particular homenaje a Antonio Vega.

"Donde nos llevó la imaginación,

donde con los ojos cerrados

se divisan infinitos campos."

Tumbada sobre la cama, con una pierna flexionada, completamente desnuda. Me deslizo desde tu rodilla, por la ladera que forma tu muslo, hasta desembocar en el precioso valle que hay entre tus piernas.

"Donde se creó la primera luz

germinó la semilla de cielo azul

volveré a ese lugar

donde nací."

Tu monte de Venus es la puerta que lleva al cielo, cielo de labios carnosos,...

Reunión de Trabajo

Dos personas en una reunión de trabajo que termina muy bien

Apenas se conocían, únicamente se habían visto un par de veces antes. Quedaron ese día pues le parecía la persona adecuada para colaborar en el nuevo proyecto de la empresa, al menos es lo que él creía en un principio. Acordaron verse en una céntrica cafetería antes del mediodía, el buen tiempo de la época permitía disfrutar de las terrazas que, a esa hora, empezaban a llenarse de gente dispuesta a disfrutar del sol.

Cuando él llego, ella ya estaba sentada en una de las mesas de la soleada terraza, pe...