La casa de mi madre
Probarse unos bikinis, pedir la opinión del hijo. Hasta ahí todo normal, pero cuando él pide acariciar sus pechos la madre se derrite y al final terminan follando como salvajes.
La historia que voy a contar es totalmente real y a pesar de que ya pasaron varios días del suceso todavía tengo dentro mío un dejo de culpa y a la vez excitación.
Como decía esto sucedió hace unos días atrás estando en casa de mi madre. Voy a contar un poco mi situación. Soy el segundo de tres hermanos, tengo 28 años, mis padres están separados desde hace quince y tanto yo como mis hermanos quedamos en casa de mi padre. Mi madre es una señora de 50 años, tiene unos kilos de más, pero todavía conserva...