Viaje a la sumisión (2)
Los efectos secundarios de robar unos calcetos en el gimnasio.
Durante el día no pude sacarme a ese tío de la cabeza. Durante mis entregas no recordaba el trayecto que acababa de realizar. Todo lo ocupaba él y su cuerpo. No dejaba de darle vueltas a la paja que me había hecho con sus calcetos. Me estaba volviendo loco porque no era capaz de saber si había sido verdad o solo fruto de mi imaginación. Había sido tan intenso y tan real, que cerrando los ojos era capaz de percibir su olor, recordar el sabor, la textura de su saliva en mi boca.
Aquella noche cené...