Domingo en la cabaña, con Esther (2)
A la mañana siguiente, siguieron las aventuras con mi adorada Esther de pechos redondos. Esta vez con un poco de dulce...
Domingo
Después de la mañana de sábado que tuvimos mi buena amiga (y ahora amante) Esther y yo, nos quedamos con ganas de más. Por supuesto, nosotras nos debíamos a nuestras respectivas parejas, pero un juego lésbico de vez en cuando nunca estaba mal.
Como habíamos acordado el día antes, el domingo por la mañana mandamos a Abel y a Carlos, nuestros chicos, a comprar al supermercado algunas cosas que necesitábamos para apañar la comida y la cena de ese día, antes de volvernos a la ciudad. ...