Hija del sol

Sus ojos transmitían una paz profunda que no puedo explicar. La besé nuevamente mientras mis manos rodeaban su pequeña cintura, fundiéndonos en un abrazo. Sentí por primera vez todo el calor de su cuerpo contra el mío, atesorando sus contornos perfectos. Su delicados pechos...

HIJA DEL SOL

La calefacción de la camioneta trabajaba al máximo y a pesar de eso tenia los pies y la manos heladas. Afuera el camino transcurría en una panorámica repetida, todo era blancura.

La ruta, por suerte, se hallaba despejada, no había caído nieve en las últimas horas y las máquinas hacían muy rápido su trabajo. Mirando a lo lejos, delante de mi, se veía el monte prácticamente escondido por las bajas nubes. Me preguntaba si no había hecho un viaje inútil al intentar ascenderle en e...

Esencia divina

Relato que intenta responder los eternos interrogantes del hombre (no erótico).

ESENCIA DIVINA

(por César F. Mondaca)

BASE NEIL ARMSTRONG, ESTADOS UNIDOS, AGOSTO DEL 2052

-6... 5... 4... 3... 2... 1... ¡Ignición!

Volutas de humo y lenguas de fuego se levantan en torno a la torre de lanzamiento. Toda la base parece temblar durante el instante en que la MAV-1, única aeronave en el mundo diseñada para soportar velocidades muy próximas a la de la luz, comienza a ascender lentamente, taladrando los primeros kilómetros de los quinientos que componen la masa d...

Amnesia

-Ultima parada, muchacho -dijo el viejo conductor del autobús, despertándome abruptamente-. Aquí comienza tu historia. Tan solo te aconsejo que no intentes averiguar más de lo debido –insistió. Contesté con un “gracias", a pesar de no comprender lo que me había querido decir. Me levanté. Iba en el último asiento. Yo era el único pasajero que quedaba, aunque no recordaba haber visto a otras personas antes, ni siquiera recordaba cuando había subido a aquel autobús de larga distancia. Comencé a descender los tres peldaños que me separaban con el exterior. Cuando me disponía a trasponer el umbral, escuché un "¡Buena suerte!" por parte del viejo, luego el silencio y la oscuridad

AMNESIA

-Ultima parada, muchacho -dijo el viejo conductor del autobús, despertándome abruptamente-. Aquí comienza tu historia. Tan solo te aconsejo que no intentes averiguar más de lo debido –insistió.

Contesté con un "gracias", a pesar de no comprender lo que me había querido decir.

Me levanté. Iba en el último asiento. Yo era el único pasajero que quedaba, aunque no recordaba haber visto a otras personas antes, ni siquiera recordaba cuando había subido a aquel autobús de larga dista...