Alma mía, que mamadas...

Alma, una veterana que estaba buenísima, me regala la mejor mamada.

Salíamos del estadio, de ver un partido de fútbol en el Azteca, y no un partido cualquiera, era nada más ni nada menos que la final del Mundial 86, había ganado Argentina a Alemania 3 a 2 y la algarabía era total, festejando y bailando por los alrededores del estadio.

Éramos muchos, muchos chicos festejando la victoria, todos vestidos con la camiseta de la selección Argentina, pantalones cortos tipo de jugador de fútbol, y saltando y bailando, cuando de repente oigo una voz que venía desde atrás...

La chica del metro

Nos miramos en el vagón del metro, con los ojos brillosos por la atracción, y sucedió lo que ambos queríamos.

Hola.....hoy me acordaba de que cuando cogí en Chapultepec, ese relato llamado "A la luz del sol", yo tenía novia, una chica mexicana llamada Claudia que me ponía mucho a prueba, y sus pruebas eran rarísimas, como dejarme plantado para salir con otro chico, o decirme que se iba fuera de la ciudad para poder salir con otros, o qué se yo, pero ese fin de semana supuestamente ella se iba a Puebla y yo quedé solito.

Esa tarde de viernes había cogido en Chapultepec, a la luz del sol, pero el fuego qu...

Carolina, la tercer mujer que me cogí ese día

Ya había cogido en Chapultepec con una señora casada, luego, había cogido con la chica del metro, y faltaba el final de la noche, Carolina...

Carolina, es la protagonista del tercer polvo en 24 horas que me eché con mujeres distintas, y fuera de una orgía, claro está.

La primera fue Carmen, en tempranas horas de la tarde, en el Parque Chapultepec, motivo de mi primer relato, "A la luz del sol", luego fue "la chica del metro", la segunda del día, y más tarde, conocí a Carolina, espectacular compañera sexual que tuve.....

Una vez que llegué a casa, después de coger con la chica del metro, me bañé y me vestí para ir al Vog, con mi p...

Doris, la lesbiana que quiso verga

Un simpático pero peligroso encuentro sexual entre Doris y yo, Doris, una lesbiana que quería verga.

Ya nos conocíamos, éramos una banda grande de amigos y amigas desde hacía tiempo. Nos encontrábamos muy seguido en las noches de fiesta en los antros que solíamos frecuentar en la Zona Rosa, capital del desmadre de la ciudad de México.

En el grupo de gente que solíamos frecuentarnos en ese tiempo, años 1991al 93, había de todo, lesbianas, bisexuales, y gente de diversión más pesada también.

El tema en cuestión de este relato es una pequeña situación sexual con Doris, mi amiga, la lesbiana...

La rubia que no quería conmigo

Una rubia que me presentó mi primo, pero que finalmente quería con mi primo... le di el gusto.

Una noche de verano de 1991, transcurría normal y aburrida hasta que sonó mi celular y era mi primo que me invitaba, o mejor dicho, me obligaba a acompañarlo, tenía cita con dos hermanitas y necesitaba un amigo que saliera con una de ellas. Obviamente gustoso acepté su oferta y me monté en mi coche y a la cita me dirigí.

Una de ellas era rubia, alta, medía como 1.70, tetona y de ricas nalgas, con una amplia falda blanca y una camisa con un escote que hacía lucir su hermosa delantera.

La ot...

Mamada de una vieja amiga

Reencuentro con una gran amiga, amante, y compañera, una mamadita para recordar viejos tiempos.

Ayer estaba muy entusiasmado en recordar mis historias para elegir una para contar, por suerte tengo muchas....

En mi mente tengo una filmadora, una cámara de fotos, una grabadora, todo queda, y viendo imágenes de acontecimientos de sexo por mi protagonizados me acordé de una chica, misma que ahora acaba de cumplir 27 años, llamada (mejor no, no pongo el nombre verdadero....por las dudas, viste?), la llamaré Mirta, je!

Recordando las historias que tengo con ella, que mujer tan fanática del...

A la luz del sol

Como cogimos por primera vez, a la luz del sol, en Chapultepec, en nuestra primera cita...

Hola Carmen!!! Que gusto que te dejes ver otra vez!!! En sus ojitos se notaba cierto brillo, pero en su proceder se observaba cierta timidez, hasta tal vez desubicación.

Nos habíamos conocido algunos días atrás, caminando por Polanco, ella iba acompañada de sus dos pequeños hijos, y yo la miré provocativa y descaradamente. Su altura, sus curvas, su boca, su andar de mulata era muy cachondo, y la verdad, no es que fuera ella rociando el ambiente de feromonas, pero yo sí andaba con la testosterona...