Ana, mi vecinita (II)

Con su particular carita de zorra, me mira y me dice que ella está abierta a cualquier propuesta que yo le haga, mientras se pone de pie invitando a mi mano a acariciar su sexo.

Con un gesto enfadado por no haber satisfecho su tan anhelado deseo de ser empalada, la invité a que esperara en la puerta de mi sala de estudios a recibir instrucciones para nuestro próximo juego. Debo decir que mi vecina es una chica delgada, esto es debido a que practica bastante deporte, de hecho, la primera vez que la vi, fue en las escaleras, y vestía unos leggings grises (calzas) que dejaban muy poco  a la imaginación, aunque bueno, esto es otra historia. Debo decir que sin duda su punto fuerte es su...

Ana, mi vecinita (I)

En cuanto entró por la puerta, hice que se desnudara completamente. Sin mediar palabra, poco a poco se fue quitando su faldita con flores, la camiseta, el sujetador blanco a juego con el diminuto tanga que por unos pocos segundos parecía no querer separarse completamente de su rosada almejita...

VECINITA I

En cuanto entró por la puerta, hice que se desnudara completamente. Sin mediar palabra, poco a poco se fue quitando su faldita con flores, la camiseta, el sujetador blanco a juego con el diminuto tanga que por unos pocos segundos parecía no querer separarse completamente de su rosada almejita. Al tiempo de caer la última de sus prendas al suelo, saqué un bote de aceite Johnson, con el cual cubrí cada parte de su cuerpo: empezando por sus brazos y el cuello, bajé lentamente por su espald...