Un becario para el jefe

Un becario tiene su primera experiencia laboral, pero al jefe no le interesa especialmente su formación

Mi primera experiencia laboral fue a los 22 años, cuando tuve que hacer las prácticas de mi titulación en Traducción e Interpretación para poder obtener el diploma. Me ofrecieron tres empresas a elegir pero, una vez pasada la segunda, mi elección estaba clara. Se trataba de una pequeña empresa dedicada a la traducción al español de obras y textos científicos y, aunque sus oficinas estaban en un alejado polígono industrial lejos del centro de Madrid y no muy bien comunicado, la entrevista, realizada por el p...

La parada de camiones

A los 18 descubre el sexo, convirtiéndose primero en un experto mamador de pollas y luego...

Descubrí el sexo con 18 años. Sé que para muchos es una edad tardía pero yo hasta entonces debía ser un bicho raro, ya que no sentía ningún tipo de atracción por nada ni por nadie. Intuía que me gustaban los tíos pero no fue hasta aquel verano pleno de sexo cuando lo descubrí realmente. Estábamos a finales de junio y como había suspendido los exámenes de selectividad, mis padres me enviaron a casa de mis abuelos, una pequeña masía al norte de Girona, muy cerca de la frontera francesa. Nada más llegar pacté...

Vacaciones en Túnez

Mientras permanecía con la polla del tunecino todavía dentro, empecé a pajearme pero el otro quería también su ración, por lo que le pidió a su compañero que se apartara para acostarme boca arriba y, levantándome las piernas, me empezó a follar cada vez con más fuerza hasta vaciarse también dentro

Aquel verano se estaba haciendo muy largo, estábamos ya en septiembre y desde junio que había acabado mis estudios de tercer año de carrera me encontraba ocioso y aburrido, acababa de romper con mi novio de dos años y esperaba con ganas afrontar mi último año de estudios para ponerme a trabajar y poder independizarme ya que con 21 años empezaba a aborrecer las limitaciones económicas y de horario de mis progenitores. Cuando mi hermana mayor me ofreció que me fuera con ella una semana de vacaciones a un hote...

Mamada en el campus 3

Final de la trilogía de sexo en la universidad

El domingo por la mañana, dos días después de haber sido desvirgado por aquel escolta morboso y vicioso, recibí un nuevo SMS suyo en el que me comentaba que estaba haciendo footing con un compañero de trabajo y que tenía el día libre por lo que podíamos vernos por la tarde en la habitación de la residencia del campus que un compañero me había prestado con la excusa de estudiar. Como no quería correr riesgos de que este nos pillara ya que tenía previsto volver a última hora de la tarde, le propuse quedar en...

Mamada en el campus 2

Segunda y penúltima parte de sexo en la universidad

Al día siguiente de la gloriosa mamada que le había hecho al escolta que se cruzó en mi camino a la entrada de la Facultad, recibí un SMS en mi móvil en el que me comunicaba que al viernes siguiente tenía que volver a la Universidad pero que esta vez si quedábamos me iba a follar tanto la boca como el culo. Recibí el mensaje con gran excitación pero también con una mezcla confusa de deseo y miedo a que me hiciera daño pues mi ano seguía intacto. Tras pensármelo detenidamente, decidí hacerle partícipe de mis...

Mamada en el campus

Sexo en la universidad

Con 19 años, me encontraba cursando el primer año de Económicas en una conocida universidad pública ubicada en los alrededores de Madrid, en un paraje idílico si te gusta la naturaleza pero tremendamente aburrido si lo que buscas es algo de marcha, especialmente si es viernes por la tarde y entre las clases de mañana y la única optativa de tarde en la que me matriculé había tres horas de diferencia. Estaba matando el rato sentado en las escaleras de una de las entradas secundarias de la Facultad, ubicada fr...

El ucrani-ano

Sexo a tope con un joven de la Europa del Este

Tras la resaca de la Eurocopa, me ha venido a la mente el recuerdo de uno de los mejores polvos de mi vida, precisamente con un ucraniano de 24 años que estaba trabajando en Madrid como albañil. Por entonces, yo acababa de cumplir los 40, vivía solo  y me dedicaba por entero a mi trabajo y a relajarme en mi tiempo libre echando algún que otro polvo. Si me apetecía sexo, tenía junto a mi casa un zona de cruising a la entrada de un gran parque de la capital española en la que no me faltaban ocasiones, ya que...