La pasión no muere
Tú y yo, en medio de las escaleras... susurró con sensualidad, teniendo el mejor sexo de nuestras vidas. [ADVERTENCIA: RELACIÓN MATRIMONIAL]
Entró en la casa, a oscuras, cosa que era extraña porque ni siquiera se oía que su mujer estuviera en la cocina o frente la televisión. ¡Bah! Quizás salió y no tuvo tiempo de avisarme, pensó. Pero muy dentro de él estaba preocupado, sobre todo porque hacía un par de horas había hablado con ella y la inocente paloma lo había dejado algo caliente. Sonrió ante sus palabras por teléfono.
–¿Qué haremos hoy en la noche, cielo? –Le cuestionó su mujer, con una voz extrañamente suave. *–No lo sé, cariño –le c...