Carmen
Deseos cumplidos
—¿Carmen?
—Si. Supongo que eres Juan —Carmen lo miró de arriba abajo —. Te pareces bastante a lo que me había imaginado.
—¿Nos sentamos? —Juan indicó una silla vacía con la mano. Era algo pronto todavía, y la terraza del bar estaba totalmente desierta. Hacía algo de frío. Separó la silla de la mesa para facilitar a Carmen el tomar asiento. Carmen enseguida le hizo caso, mientras cierto escalofrío recorría su cuerpo. No tuvo claro si era por el fresco de la mañana, o por la ropa que llevaba. Hab...