Fantasía bisexual
Una experiencia real aporta la dosis de fantasía necesaria para un gran momento de placer, contado como una carta a mi macho.
Te escribo para participarte mi último momento placentero, solo, pero muy gratificante.
Ayer me quedé solo en casa y decidí prepararme un baño calentito. Sabía que acabaría masturbandome pensando en tí, y por ello abrí el frigorífico y encontré un delicioso pepino de tamaño estandar.
Me desnudé y acaricié como tú hiciste ese día en el que tanto placer obtuve saboreando tu deliciosa polla y algo de tu fluido preeyaculatorio que degusté con deleite después de marcharme, puesto que ese sabor...