Encuentro Accidental 9

...¿quién no es feliz con tanto dinero?...yo sí tengo razón de sentirme sola, ella no, tiene todo lo que quiere...

Capítulo 9 – Aceptación

Era una muchacha de cabello castaño, ojos verdes, piel rosada clara y altura mediana, no era muy alta; más bien era pequeña para su edad. Claire Diane Hunt vivía en Alemania y era una chica no del todo normal, con la mente siempre perdida en pensamientos confusos, en recuerdos y tristezas verdaderas y presentes en su forma de vivir. En su clase, siempre calificada como la más linda de todas las chicas, pero no la más dulce y menos buena persona.

Tenía una especie de f...

Encuentro Accidental 8

...me ha hablado mucho de ti, no sabes cuánto, tiene miles de fotos tuyas en su celular, por eso te reconocí rápido... no para de hablar de ti...

Capítulo 8 – Confianza

-Bueno, debo irme – dijo Leila sin sonreír y dándose cuenta de su propio tono de reproche – en cualquier momento comenzará a llover, el cielo está nublado.

-Bueno, nos vemos Leila, un gusto – dijo Mauricio levantando la mano.

Claire no dijo nada; pero le seguía mirando de esa manera no podía descifrar. Era un brillo muy extraño en sus ojos, hasta parecía feliz de verle, tal vez avergonzada… Leila no quería seguir haciéndose ideas así que guardó las malditas moned...

Encuentro Accidental 7

...Mira ese cabello rizado y rubio… ¿por qué no podía ser liso y castaño? Mira esos ojos marrones… ¿por qué no podían ser verdes? ¿Por qué Vanessa no puede ser Claire?...

Capítulo 7 – Demasiado amor

-Mejor vete, no quiero verte, ¿crees que siento algo por ti? Estás equivocado, porque a diferencia de ti, yo sí sé olvidar.

Leila frunció el ceño, se dio media vuelta y salió del departamento, botando la puerta con toda la fuerza que pudo, haciendo que ésta rebotara en el marco; pues cuando la volteó, había destruido el cerrojo. Fue hacia el ascensor y bajó los siete pisos que había subido en vano. Cuando salió, llevaba una expresión terrible; cosa que Mark n...

Suspiros 3

...le abrazaba con mucha delicadeza pegando su oído a su corazón oyendo los suaves latidos de éste, se sentía muy cálido, muy dulce, muy tranquilizador...

3 Tercero

-Digamos que voy a creerte que eres un Ángel… por ahora, sólo porque me ayudaste…

-Sí!! Qué bien!! – se alegraba Amy – confía en mí, yo te protegeré…

Estaban en la habitación de Alison sentadas sobre la cama, Amy yacía pegando con cinta adhesiva las gafas de esta última. Luego de aquella pelea habían vuelto al aula de la chica de lentes para recoger sus cosas y recuperar al menos las piezas rotas del artefacto que ahora la chica de pelo largo llevaba en su mano.

-Aquí...

Suspiros 2

...Estaría bien si no estuvieras echada en MI cama, durmiendo conMIgo :S… y abrazándoME...

2 Segundo

-¿Segura que no quieres que te pase una frazada, un cobertor o algo? – le preguntaba Alison a Amy, quien ya se disponía a dormir sobre la pequeña alfombra del piso del cuarto de la muchacha de gafas. Eran las diez de la noche y ya le había indicado a la chica sobre el baño y todo el resto de cosas. Aunque tuvo que ocultarla en el ropero durante un buen rato cuando su hermano llegó a alistarse e ir a su trabajo. “Aquí está muy desordenado” había dicho la chica allí dentro, inocentemente....

Encuentro Accidental 6

...Mejor vete, no quiero verte, ¿crees que siento algo por ti? Estás equivocada, porque a diferencia de ti, yo sí sé olvidar...

Capítulo 6 – Diario

El nombre ponía “Claire D.” al lado estaba escrita su dirección de correo, su nombre figuraba en el molesto cuadro que ponía “Personas que te bloquearon de su lista de contactos”…

No supo qué decir… lo único que resonaba en su cabeza era eso, ese nombre… “Claire-Claire-Claire-Claire” una y otra vez, a la vez que leía y releía la línea en la que estaba enunciado el nombre. Esto no podía ser... es decir, ¿acaso era eso posible? No, esto sólo solía ocurrir en las novel...

Gotas de lluvia 5 - Lluvia

...Al menos algo aprendió de todo aquello… ya no iba a tragarse sus sentimientos ella sola...

Lluvia

Había llovido mucho en esos últimos días. Aquella tarde también lo había hecho, el cemento de la calle yacía mojado y las gotas de lluvia salpicaban al ritmo de los pasos de Diana. Quien una vez más caminaba hacia el edificio donde vivía Gabriela, eran las 8 PM y su corazón palpitaba a toda velocidad, muy nervioso.

La época de lluvias de ese año, se despediría de ella de esa manera, dejándole aquella experiencia que no supo manejar precisamente de la manera más correcta. Había decidid...

Suspiros

Un nuevo relato que se le ocurrió a mi cabeza jeje ^^U

1 Primero

Como tantas veces lo he hecho, me vuelvo a preguntar, ¿qué soy yo en este mundo? ¿Quién soy yo? ¿Sólo una pequeña luz en medio de la oscuridad? En medio de todo este ambiente negro y oscuro… ¿qué soy? Dímelo, explícamelo por favor… Tantas personas pasando por tu vida. Mírame, ¿por qué no me miras? Soy tu Ángel de la guarda. Y no te importa si estoy ahí o no. Sólo sigues tu vida, dividida, incompleta, sin saber que tu otra parte está tan cerca de ti.

Alison bajaba del bus escolar...

Encuentro Accidental 5

...No me chantajees... volteó la chica ... no te chantajeo, yo te amo,¿No vas a decirme nada? Te dije que te amo...

Capítulo 5 – Causalidad

Leila quedó pasmada ante la llamada; pero se repuso lo más rápido posible y tomó un taxi para ir hasta su departamento, darse una ducha, comer e ir a clases. Ya estaba sobre la hora así que decidió ir por su auto en la tarde. Se vistió con una playera manga larga roja con unas letras en el centro color plomo, un jean azul y sus tennis blanco con azul. No tenía intención de combinar bien o algo así, era lo que menos le importaba con ese dolor de cabeza del que sufría. Tomó u...

Gotas de lluvia 4 - Ventana

...pero debo aceptarlo, yo estaba fuera de mí misma, ya no era yo, me excitaba el tenerla a mi disposición, agitada y esforzándose tanto por decirme algo...

Allí estaba yo, entrando y saliendo fuertemente de Alejandra. La tenía dominada por completo, debajo de mí, gimiendo y gritando mi nombre miles de veces, desnuda por completo. Mientras yo aún tenía el pantalón puesto, estaba encima de ella y haciéndole sentir todo aquello que ella tal vez nunca había imaginado hasta ese momento.

Pero debo aceptarlo, yo estaba fuera de mí misma, ya no era yo, me excitaba el tenerla a mi disposición, agitada y esforzándose tanto por decirme algo.

-¿Me amas? – le p...