Una noche diferente
La excitación y el deseo se mezclan con la sensualidad del momento tras una noche divertida con un final inesperado pero excitante.
Estamos en tu casa después de llegar de la gala a la que hemos ido juntos. Yo estoy sentado en el sofá y me pides que te baje un poco la cremallera del mono porque no llegas bien. Un poco, no demasiado, para que puedas continuar tu sola.
Te sientas entre mis piernas para que me sea más cómodo y yo, como quiero que dure estar tan cerca de ti, lo pienso hacer muy poco a poco. Levantas tu pelo para dejar la nuca libre y aparecen tus alas, me gustan, te lo digo y te sonríes. Hace mucho tiempo que no estoy...